Los 10 errores de los principiantes, conózcalos para protegerse mejor

Los errores nos hacen más fuertes. Y, dada la complejidad de la navegación y de la vela, es obligatorio que todos los hagamos, tanto los principiantes como los avanzados. Aquí tienes 10 errores de principiante que serán fáciles de evitar en tu próximo viaje.

Todos hemos empezado en un barco en algún momento. El nuevo medio que se nos ofrece es tan vasto y se compone de tantos factores (mareas, vientos, sol, ropa, velocidad, cartografía, mecánica...) que los errores son inevitables.

1 - Entender la marea cuando se encalla

El varamiento en una playa puede ser tentador, sobre todo cuando se navega en una embarcación a motor. Pero, ¿ha considerado que la marea puede cambiar? O bien encuentras tu barco completamente varado tras el paseo por la playa, o bien se ha llevado un polvo con la subida de la marea

Consejo:
Asegúrese de anotar las horas de la marea antes de encallar. Recuerde que, incluso en el Mediterráneo, el mar siempre está en movimiento.

2 - Agua para beber y evitar la deshidratación

En el mar, el sol, el viento, la atmósfera salada y la humedad ambiental nos hacen consumir hasta el doble de agua que en tierra. Con el viento que reseca la piel, no te ves sudar y la sensación de calor desaparece. Pero la deshidratación está ahí.

Consejo:
Para estar seguro, prevea de 2 a 3 litros de agua al día para cada miembro de la tripulación (adulto y niño). Y no dudes, en cuanto encuentres un grifo de agua potable (en un puerto, por ejemplo), en rellenar tus reservas.

3 - En el agua, el sol es un enemigo

Cuando navegas bajo el sol, no te das cuenta de la potencia de los rayos. Con el viento, no se siente la quemadura. A bordo, el sol viene de todas las direcciones. Primero desde el cielo, directamente desde el sol. Luego, desde el agua, por reverberación. Desde el barco, que suele ser blanco y refleja todos los rayos ultravioleta.

Consejo:
Lleva una camiseta el mayor tiempo posible y, en cuanto te la quites, aplícate crema solar. Protege también tu cabeza (sombrero, bob, gorra...). Lleve y haga que alguien lleve gafas de sol, compradas en una óptica, con suficiente poder de filtrado de los rayos UV (índice 3 a 4).

4 - Llevar el calzado adecuado para proteger los pies

Andar descalzo en el barco es extremadamente cómodo. Mientras te mantengas en la cabina y no salgas a hacer maniobras, puedes quedarte así. Sin embargo, en cuanto te muevas, sobre todo para coger un baúl, echar el ancla, amarrar o ir a las defensas, es absolutamente necesario que lleves zapatos. Los zapatos que usamos a diario, incluso los más cómodos o de moda, no son aptos para su uso en el mar y es casi seguro que se dañarán con el agua del mar.

Consejo:
Lleva un calzado que sujete bien el pie y que no resbale en la cubierta. Pero, sobre todo, evita las suelas negras que dejan grandes marcas en el gelcoat blanco.

5 - Tápate para mantener el calor

En un barco, las temperaturas pueden ser frías y menos agradables. Con la humedad y el viento, la diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas puede llegar a ser bastante incómoda. Por lo tanto, es necesario cubrirse.

Consejo:
El método de las 3 capas es ideal para mantenerse caliente y regular la temperatura. Capa 1: ropa interior contra la piel para absorber la humedad. Capa 2: vellón para mantener el calor (pero permitir la salida de la transpiración al exterior). Capa 3: para protegerse del viento y de las salpicaduras del mar (pero sin dejar de ser transpirable).

6 - En las maniobras, no hagas nada antes de hacerte daño

Al maniobrar, sobre todo al acercarse a un pontón o a una esclusa, el reflejo suele ser tratar de evitar golpear la embarcación utilizando las manos o los pies. Además de ser completamente ineficaz, este método es extremadamente crítico.

Tenemos las herramientas a bordo para realizar este tipo de maniobras. Puede utilizar una defensa volante que un miembro de la tripulación puede colocar en el punto de impacto con el casco en el momento adecuado.

Consejo:
Coloque un número suficiente de defensas (boyas de protección) alrededor del barco. Por lo menos 3 por lado para proteger el barco de golpear una pared o un pontón. Y, durante las maniobras de aproximación, utilice el guardabarros volante.

7 - Mecánica: comprobaciones esenciales

Los daños o averías en tierra rara vez tienen consecuencias importantes. En el mar, el hecho de no poder levantar el ancla puede convertirse rápidamente en un peligro. Un motor que se cala delante de las rocas es igual de peligroso. Sin llegar a ser un experto mecánico o velero, es aconsejable mantener la embarcación adecuadamente.

Consejo:
Haga una lista de los elementos que debe comprobar y llévela consigo. En cada viaje y a su regreso, repáselo y marque los elementos que fueron revisados. Durante el viaje, mire de vez en cuando los elementos más críticos (ancla y motor) y, a la menor duda, tómese el tiempo de mirar con más calma. A menudo, un problema detectado de antemano puede corregirse fácilmente. Por último, tenga a bordo las herramientas básicas necesarias, junto con las juntas, los accesorios y otros tubos útiles.

8 - Cuidado con los objetos en el bolsillo

En un barco, la ley de Murphy se cumple casi siempre. Trasladado a nuestra práctica, este adagio hará que las llaves de tu coche se caigan al agua, que tu teléfono se moje por una ola o que tus gafas se hundan... Desde no llevar nada en los bolsillos hasta una funda impermeable para el teléfono, las soluciones para reducir el impacto de estos incidentes están a mano.

Consejo:
Lleve sólo lo estrictamente necesario en un barco. En caso de un problema grave - imagina lo peor, que el barco se hunda - perderás menos. Y proteja sus pertenencias con bolsas o cordones impermeables.

9 - Pasar el tiempo para evitar el aburrimiento

Si te sientes mareado o no quieres darle espacio, considera mantenerte ocupado. Cada uno tiene una forma diferente de matar el tiempo y ninguna es mejor o menos satisfactoria que la otra. En cualquier caso, deberías tener algo que hacer.

Consejo:
Piensa en varias actividades y altéralas. Planea hacer estas actividades tanto con otros como en solitario, lo que puede multiplicar las oportunidades y crear buenos y bonitos recuerdos.

10 - Anticiparse a las condiciones meteorológicas

En el mar, el tiempo cambia rápidamente. El sol brillante del mediodía puede ocultar la tormenta de las tres. Y el hecho de haberse preparado para ello le permitirá abordar este no tan famoso paso del tiempo con la serenidad necesaria. Mantener los ojos abiertos y observar el agua y el estado general del entorno (el viento que se levanta, el color del cielo, el ruido, el movimiento de las aves, etc.) es la mejor previsión.

Consejo:
Anticipe la previsión meteorológica varios días antes de la salida. Esto le permite tener una buena idea de los fenómenos actuales.

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