Licencia de navegación / Licencia offshore y CRR: competencias que lo cambian todo en el mar

Dominar el VHF en caso de emergencia, anticiparse a una marea compleja o trazar un rumbo sin GPS: estas situaciones de la vida real recuerdan la importancia de la licencia de alta mar y del CRR. Estos cursos permiten enfrentarse metódicamente al mar, incluso cuando se navega en aguas costeras. Proporcionan a los navegantes las herramientas esenciales para reaccionar con discernimiento, incluso ante lo inesperado.

Navegar no es sólo gobernar un barco o seguir un GPS. También significa saber hacer frente a los imprevistos, calcular una ruta, interpretar una carta náutica, anticiparse a una marea y, sobre todo, comunicarse con los servicios de emergencia. La licencia de navegación de altura y el CRR (Certificado Restringido de Operador Radiotelefónico) le dan las claves para navegar con total autonomía y, a veces, incluso evitar lo peor.

Un caso típico de marea negra en Saint-Gilles-Croix-de-Vie

Un experimentado navegante llega en velero desde Les Sables-d'Olonne. Se acerca a Saint-Gilles al final de la marea menguante. Gracias a los conocimientos adquiridos con su permiso de navegación en alta mar, calcula con precisión la altura de agua restante en el canal del puerto, añade un pie de pilotaje de seguridad y decide esperar. Le aconsejaron bien: otro navegante intentó entrar sin este cálculo... y se quedó rezagado.
Conocer las mareas y el pie del práctico no es teórico: es esencial, incluso cuando se navega por la costa.

Fallo electrónico: saber navegar "a la antigua usanza

Otro patrón pierde de repente su GPS frente a la costa de Les Glénan. No hay que alarmarse: con la brújula, la regla de Cras y la carta náutica, toma nota de los puntos de referencia visibles y traza su posición. Llega a Port-la-Forêt con total seguridad.
Trabajar con tarjetas no está obsoleto. Sigue siendo una herramienta de reserva fiable en caso de avería.

Enfermedad a bordo, rescate rápido gracias al VHF

En el Mediterráneo, entre Hyères y Porquerolles, un miembro de la tripulación se sintió indispuesto. El patrón, que llevaba el CRR, llamó tranquilamente a CROSS MED por el canal 16. Anunció claramente su posición, la situación médica y la naturaleza de la embarcación. Anunció claramente su posición, la situación médica y la naturaleza de la embarcación. La intervención es rápida y precisa, y evita un largo e incierto desvío. Dominar el VHF no es sólo una comodidad: es vital.

Un marinero entrenado es un marinero que decide

Estas competencias no están reservadas a la navegación transatlántica o de larga distancia. En el Mediterráneo, Bretaña o la costa atlántica, cada crucero o excursión de un día puede plantear cuestiones de seguridad, navegación o comunicación.
Una licencia de alta mar y un CRR, bien utilizados, convierten la navegación de recreo en una navegación responsable.

En pocas palabras

Anticiparse a una marea, trazar un rumbo, pedir ayuda: estas son las cosas que marcan la diferencia entre una salida exitosa... y un incidente. Estas habilidades se enseñan en la licencia de alta mar y en el CRR, que son mucho más que simples exámenes: son la base para una navegación segura, incluso cerca de la costa.

¿Cuál es tu siguiente paso en cuanto a formación? ¿Una licencia marítima? ¿El CRR? ¿Ambos?

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