El packraft, un pequeño, ágil y ligero embarcadero los ríos son cada vez más populares entre los aficionados a las aventuras en aguas bravas y tranquilas. Sin embargo, los ríos son entornos salvajes e impredecibles en los que ciertos peligros pueden pasar desapercibidos pero resultar fatales. Echemos un vistazo a 4 riesgos, a menudo difíciles de detectar, a los que debe prestar especial atención si quiere navegar con seguridad.
Sifones: obstáculos invisibles, riesgos mortales
Un sifón es una trampa formidable, a menudo invisible a primera vista. Este fenómeno, natural o artificial, consiste en una corriente que empuja el agua por debajo de la superficie, creando una zona donde los objetos flotantes pueden ser engullidos y succionados. Privados de aire, corren el riesgo de ahogarse si no se liberan rápidamente.

Los sifones naturales suelen formarse en zonas geológicas concretas, como cañones o cauces rocosos, como en el Verdon.

Otros, en cambio, son artificiales, ligados a instalaciones hidráulicas como presas. A veces, un sifón puede aparecer de forma más insidiosa si las instalaciones están degradadas o bajo aguas altas. Por tanto, la vigilancia es crucial: si el agua está anormalmente tranquila en un lugar donde la corriente debería ser fuerte, esto puede indicar la existencia de un sifón oculto bajo la superficie.


Recordatorios: la trampa de la recirculación acuática
Otro peligro mortal en los ríos es el rápel. Este fenómeno se produce cuando una cascada genera una depresión en la superficie, creando una zona de recirculación. Los objetos o las personas atrapados en esta espiral de agua pueden quedar atrapados, sacudidos por las olas e impedidos de volver a la superficie. La violencia de la caída y la fuerza del agua dificultan aún más la evacuación. Los rápeles también pueden ser naturales o artificiales. Los rápidos artificiales, creados por presas o estructuras hidráulicas, son especialmente peligrosos por su carácter uniforme y la dificultad de escapar. Durante los periodos de crecida, estos rápeles pueden ser aún más potentes, lo que supone una amenaza real para los aficionados al packraft. Los observadores agudos podrán reconocer un rápel estudiando el movimiento del agua tras la caída: un flujo circular en el agua indica que se está produciendo una recirculación. Si eres principiante, es aconsejable evitar las caídas verticales, sobre todo las provocadas por el desarrollo humano.


Atascos de hielo: obstáculos mortales ocultos en la corriente
Los diques de troncos, o "tamices", son montones de ramas y troncos que se forman tras inundaciones o corrimientos de tierras. A menudo visibles bajo puentes o aguas arriba de obstáculos naturales, estas estructuras pueden parecer inofensivas. Sin embargo, representan un peligro mortal porque permiten el paso del agua mientras capturan objetos flotantes. Si pasan bajo la superficie, resulta casi imposible liberarse del abrazo de la corriente. Los atascos pueden formarse de forma natural, por ejemplo a partir de árboles arrancados, o ser causados por estructuras artificiales como vallas, cables o redes que obstruyen el río. Las zonas de mayor riesgo son las que sufren inundaciones torrenciales o grandes cambios estacionales. Un atasco puede ser difícil de detectar, sobre todo si las ramas están sumergidas.

Socavones: una insidiosa trampa submarina
Los socavones son zonas en las que la erosión del río ha ahuecado la roca por debajo del nivel del agua, debilitando la estructura superior. Estas formaciones pueden dar lugar a la creación de cuevas submarinas, zonas peligrosas que conviene evitar. Aunque suelen encontrarse en el exterior de las curvas, donde el agua se ha comido la orilla, también pueden hallarse en lugares más sorprendentes, como en los lados aguas arriba de las rocas en medio de una corriente. Una señal de alarma es el comportamiento extraño del agua: una onda de presión donde menos te lo esperas o un flujo de agua que parece colarse en una cavidad bajo la superficie. Si un remolino parece estar ausente en un lugar donde debería haberlo, es una pista de que una trampa podría estar acechando bajo el agua. Se recomienda precaución.

Anticipación: la clave de la seguridad del packraft
La prevención de accidentes en embarcaciones packraft es ante todo una cuestión de anticipación. Conocer los peligros y saber cómo detectarlos permite navegar con total seguridad, mucho antes de salir al agua. Una preparación adecuada implica 3 fases esenciales:
- Antes de embarcar: infórmese sobre la ruta. Consulte las guías y pregunte a los clubes o guías locales sobre posibles riesgos, como sifones o rápeles. Esta preparación puede ahorrarte muchas sorpresas desagradables.
- Antes de llegar al obstáculo: in situ, observe atentamente el curso de agua y cualquier posible cambio en su comportamiento. El reconocimiento visual puede identificar peligros inminentes, como zonas de turbulencias o corrientes inusuales. Prepárate para comunicarte con tus compañeros para ajustar la trayectoria.

- Antes de cruzar el obstáculo: no confíes en tu visión desde la embarcación. Tómate tu tiempo para analizar el terreno e identificar las zonas por las que puedes pasar con seguridad. Si es necesario, rodea los obstáculos peligrosos con la embarcación.
