webseries / Navegando por Kalispera: Una vuelta al mundo en velero, ¿por qué?


La tripulación del Kalispera -un Sun Odyssey 45.1- se embarcará pronto -el 1 de agosto de 2018- en una vuelta al mundo a vela de un año y medio de duración. ¿La característica especial? Son una familia reconstituida y tuvieron que tenerlo en cuenta a la hora de partir. ¿Sus objetivos? Vivir de otra manera, arreglárselas con pequeñas cosas, descubrir el mundo y, sobre todo, concienciar a los niños de que la naturaleza es frágil y merece ser protegida. Arnaud nos cuenta un poco más sobre este proyecto.

¿Cómo se le ocurrió la idea de dar la vuelta al mundo?

Era el sueño de un niño. Pensaba que era imposible hacerlo económicamente. Divorciado desde hace unos 4 años, conocí a Melanie hace 3 años y rápidamente le conté mis planes de dar la vuelta al mundo en barco. Soñaba un poco con ello sin pensar que fuera posible. Aceptó y me dije que no podía rechazar un proyecto así. Empezamos a documentarnos hace un año y medio, para saber dónde íbamos a ir, mirar los barcos..

Nuestro caso es un poco especial ya que somos una familia mixta y necesitábamos la luz verde del padre de las niñas para irnos. Durante el viaje, realizarán 5 viajes de ida y vuelta en custodia alterna. Especialmente durante las largas travesías -como la del Pacífico, donde hay unos 30 días de navegación- en las que no estarán con nosotros.

En los pontones conocimos a muchos jubilados a los que les hubiera gustado dar la vuelta al mundo y que hoy ya no pueden hacerlo porque es demasiado físico. A partir de cierta edad, es mucho más complicado. También es físico ir a navegar así durante un año. No queríamos arrepentirnos. Después, también hay riesgos. No digo que sea fácil de hacer. Por ejemplo, dejaré mi actividad, perderé mis clientes y tendré que volver a poner todo en su sitio cuando vuelva. Pero si no puedes salir de tu zona de confort, no empiezas la aventura. Hay que arriesgar un poco de vez en cuando.

¿Cómo va la escuela de las niñas?

La formación por parte del CNED era complicada de organizar, por lo que nos pusimos de acuerdo directamente con el director de la escuela, un hombre que nos apoya en nuestro proyecto. Vamos a ver el programa escolar, que seguirán cuando estemos en el mar y volverán a la escuela durante el año para continuar su escolarización.

También vamos a hacer historias cortas para que puedan llevarlas a la escuela. Sobre el medio ambiente marino, el cuidado de las tortugas, el muestreo de plancton... Este proyecto es también un momento de compartir con la escuela, con los profesores y otros padres. En el aula, pondrán un mapa para seguir nuestro viaje.

¿Y qué les parece vivir a bordo?

Les gusta. Las cabañas son como cabañas para ellos. Todo es de su tamaño. Se hacen hamacas, cabañas con toallas. Son súper cómodos, les encanta. No es la primera vez que los llevamos al mar después. A lo que tendrás que acostumbrarte es a los turnos de noche. Los niños duermen toda la noche, así que hay que hacer malabarismos entre el cansancio de las guardias y la vida a bordo con los niños.

Hoy estamos apurados por la escuela, por el horario. En un barco todo es lento. Hay menos reglas sobre el clima, los horarios de dormir y comer... será mucho más fresco para todos.

También podrán expresar sus sentimientos, compartir su asombro..

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