Sarah, Aurélien y sus dos hijos Nael y Mia han echado el ancla en San Blas, un archipiélago panameño en el Mar Caribe. Y es en Ustupu donde hacen su primera escala, una ciudad bastante desconocida para los navegantes, que se compone de varias pequeñas islas. Aquí, la gente vive en el agua, que es el caso de dire?! La mayoría de las casas están construidas sobre pilotes, por encima del mar y los habitantes se desplazan en barco o por tierra utilizando los numerosos puentes que conectan los diferentes trozos de tierra.
Pero esta vida en el agua también tiene una desventaja, como se puede ver en las fotos. En Ustupu, no hay un sistema de tratamiento de residuos y todo termina en el mar: plásticos, pañales, excrementos. Así que la natación puede terminar tan rápido como empezó
Como en cada una de sus escalas, la familia aprovecha la oportunidad para descubrir la vida local, sumergirse en la cultura y conocer a mucha gente. Paseos en bote, nadar entre los árboles de guayaba y mango, noches en restaurantes locales o incluso remar en un bote de remos marcan los días de la tripulación del Maloya.