Sarah, Aurélien y sus dos hijos continúan descubriendo el San Blas, archipiélago panameño. Anclados frente a la pequeña isla de Mamitupu, salieron todos los días a descubrir a sus habitantes. Aquí, las mujeres reinan en la isla y son ellas las que traen el dinero a casa. Cada niña es celebrada en su nacimiento, y la pequeña Mia, el último miembro de la tripulación de Maloya, no es una excepción a la regla. Los hombres, por otro lado, pescan con enormes redes para llevar los peces a casa.
A pesar de las tormentas eléctricas que retumban muy a menudo y que exigen la vigilancia de Sarah y Aurélien - los rayos pueden hacer mucho daño a un barco.. - la familia disfruta de esta parada con alegría. Incluso si no han elegido la mejor temporada para descubrir el San Blas, disfrutan de intercambios con los aldeanos, sesiones de foil-board en el mar o nadar en el culo del barco para la pequeña Mia
Sarah también va regularmente a pasear en bote, cuando Aurélien lleva a Nael y Mia a conocer la vida salvaje de los ríos. Un paseo que les habrá permitido encontrarse cara a cara con un cocodrilo... ...pero que no veremos en el vídeo, ya que éste se había sumergido en el agua antes del rodaje