Un yate de elegancia clásica
Los holandeses son conocidos por su afición a la navegación. Sus numerosas vías navegables permiten realizar agradables excursiones de un día o de varios días. El astillero Heeg responde a este programa con una elegancia clásica y confortable, gracias a su nuevo Pointer 30. Para esta gama de embarcaciones de día y pequeños cruceros, lanzada en 2012, el astillero utiliza sus conocimientos técnicos adquiridos desde 1950.

El Pointer 30, con sus 9,20 metros de eslora y 2,90 metros de manga, presenta unas líneas equilibradas y clásicas. Un techo discreto, combinado con una proa recta y un francobordo comedido, seducen. Con 48 m2 de ceñida y 68 m2 de gennaker, el Pointer 30 debería ofrecer la potencia necesaria para una navegación agradable en todo tipo de aguas con sólo 1,25 metros de calado.
Una cómoda bañera para disfrutar a vela y fondeado
Los arquitectos han diseñado una bañera con dos largos bancos con capacidad para 8 personas. Esto significa que puede disfrutar del fondeo durante el verano, recostado en los cojines, sujetos por un imán en la brazola.

Al navegar, puede apoyarse cómodamente en la parte trasera del techo, sin que le estorbe la electrónica, que está hábilmente integrada en un hueco. Las drizas no estorban cuando se navega a favor del viento, gracias a los topes situados en los laterales de la cubierta.

En el puesto del timonel, Heeg ha optado por un sistema de dirección con rueda basculante. Esto significa que puede situarse en el rápel, en el centro o en la cabeza del barco, en función de la fuerza del viento, pisando un simple pedal. En el fondeo, el timón se inclina hacia un lado, liberando la circulación hacia la plataforma de baño.

Una cabaña con un ambiente acogedor
Una vez bajados los pocos escalones, descubrirás un interior acogedor en el que el astillero ha cuidado los detalles. Heeg puede ofrecer cierta personalización. En el ejemplo visitado, hay 2 literas para ataúdes bajo la bañera y un camarote de proa en la punta, con su aseo y WC.

El salón es donde reside la originalidad. A babor, el astillero ha instalado dos sillones de cuero realmente cómodos. Giran sobre sus patas y pueden utilizarse cara a cara alrededor de una pequeña mesa, o como zona de estar adicional frente al asiento corrido de estribor. Por último, el sillón de proa, orientado hacia la proa, se utilizará como asiento frente al generoso escritorio y la mesa de cartas.


La guarnicionería y la carpintería han sido cuidadosamente acabadas. Las cestas de fieltro en los maleteros proporcionan almacenamiento para los equipos, al tiempo que absorben el ruido y las vibraciones. Los bolsillos suspendidos en un cable sirven de equipamiento y pueden fijarse en la cabina o en un cable en el exterior, según la hora del día.

Una hermosa unidad de gama alta
Este yate está disponible en dos versiones, eléctrica o térmica, con la posibilidad de elegir entre una cápsula Torqeedo de 6 kW o un motor Yanmar de 15 ó 20 caballos.
La cuota básica es de 154.000 euros.