Dos pasiones al aire libre
Conducir y navegar. Esa es la promesa del Gladius de Hotomobil. La empresa, especializada en la fabricación de fibra de vidrio para vehículos recreativos, estuvo presente en el Boot Düsseldorf para presentar su último proyecto. Con una sola célula viva de fibra de vidrio, es posible combinar las vacaciones en tierra y en el mar, en perfecta autonomía.
Una célula de camioneta o una cabina de barco
Hotomobil ha diseñado una cabina compuesta con todas las características habituales que desearía un navegante y un veraneante en tierra. El interior cuenta con un fregadero y un horno para cocinar, una mesa para comer, una ducha para lavarse y las camas necesarias para dormir. Un depósito de agua dulce y otro de aguas negras completan las instalaciones ofrecidas.

Un barco de 8 m especialmente diseñado
Esta célula viva, derivada de los modelos Gladiator de Hotomobil, está diseñada para camionetas y equipada con patas laterales basculantes. Una vez en el puerto, la célula puede levantarse sobre sus 4 patas para sostenerse por sí sola.
A continuación, el pick-up puede deslizar bajo la célula un casco abierto especialmente diseñado por Hotomobil y sus socios. Descendiendo lentamente por las patas, la cabina se desliza por la geometría especialmente diseñada de la cubierta de la lancha de 8 metros y se convierte en el camarote.

El casco, propulsado por un motor fueraborda, también puede utilizarse como embarcación de día sin cabina.
Del concepto a la realidad
Por el momento, aunque existen maquetas del barco, aún no se ha fabricado ningún modelo. Explotando dos aficiones que han seducido más de la cuenta en los últimos años, el concepto Gladius podría, no obstante, encontrar su clientela. Queda por ver cuál será el precio, que aún no se ha hecho público. La propia célula viva se vende entre 20.000 y 30.000 euros.