156 km de puro planeo, sin vela ni motor
Partiendo de Martigues, en Bouches-du-Rhône, Erwan Jauffroy se dirigió al Var, deslizándose sobre un foil, llevado únicamente por la energía del oleaje. Sin apoyo del viento, sin propulsión mecánica. Sólo una tabla, un foil y el complejo juego de las olas mediterráneas.

La línea seguida recorre la costa a lo largo de más de 150 kilómetros. Durante más de seis horas, a una velocidad media de entre 20 y 25 km/h, mantuvo el vuelo sin caerse. Completó todo el recorrido sin asistencia física, con total autonomía, sobre un mar caprichoso.
Una actuación en equilibrio sobre la cresta de las olas
El foil utilizado por Erwan se basa en un principio de deslizamiento dinámico: capta la energía del oleaje para mantener la tabla fuera del agua. Cada movimiento, cada transferencia de peso, cada microajuste se vuelve esencial para mantener la sustentación y la trayectoria.

Este tipo de navegación exige una intensa concentración. Durante 6 horas y 35 minutos, Erwan permaneció erguido, en equilibrio inestable, adaptando su trayectoria al agua. El más mínimo desequilibrio podía provocar una caída y romper la dinámica del vuelo.
Preparación rigurosa para un vuelo controlado
Detrás de esta travesía se esconde una preparación metódica. Erwan Jauffroy estudió el relieve costero, anticipó los efectos del lugar y analizó las previsiones meteorológicas y los ángulos del oleaje. Su objetivo era claro: aprovechar al máximo las olas sin romper el vuelo.
Un esfuerzo así no se improvisa: resistencia muscular, enfundamiento, capacidad de leer el comportamiento del agua en tiempo real... cada parámetro se trabajó de antemano. La anticipación de los riesgos, la estrategia de alimentación y la seguridad también se integraron en el proyecto.
Otra forma de imaginar la navegación ligera
Más allá de la hazaña individual, este desafío abre nuevas perspectivas. Al demostrar que es posible recorrer más de 150 kilómetros sin energía a bordo, Erwan Jauffroy se inscribe en una forma eficaz de planear, en la que el cuerpo y la técnica sustituyen a los motores.
Este planteamiento se inscribe en la línea de los trabajos de investigación y desarrollo realizados por actores como SEAir, que experimentan formas sobrias de desplazamiento marítimo. Aquí toma forma la idea de que podemos viajar lejos, rápido y limpiamente por el mar, confiando únicamente en las fuerzas naturales.
Una visión impulsada por la audacia

"Dedico este disco a todos aquellos que creen que nuestros límites son sólo los que nos ponemos a nosotros mismos", declaró Erwan Jauffroy al final de su travesía. La audacia del proyecto, el dominio del apoyo, la resistencia mental y física se unen en una demostración espectacular.
Su logro no es sólo un rendimiento deportivo, sino una visión: la de una forma de navegación más ligera, libre de las dependencias energéticas tradicionales, en estrecha interacción con los elementos.
Con 156,5 kilómetros de foiling sin vela ni motor, Erwan Jauffroy ha abierto nuevos caminos. Un planeo continuo, sostenible y estratégico, que bien podría anunciar un nuevo campo de exploración para las prácticas náuticas. Y una invitación a soñar a lo grande, con menos.