Maloya continúa navegando por las Islas San Blas, deteniéndose en una nueva isla, Snug Harbor. En el punto álgido de la temporada de lluvias, las actividades tienen que adaptarse. Así, el bote se convierte en una bañera gigante para Nael y Sarah y Aurélien tienen que adaptarse a las condiciones climáticas para disfrutar de su actividad favorita, el windsurf.
Cuando el sol brilla, es nadar para Nael, hacer yoga con remos para Sarah y descubrir la arena para la pequeña Mia. Pero esta subida al Canal de Panamá también es una oportunidad para que la familia se reúna con los navegantes.
Así que es en compañía de un "compañero de barco" que continúan su viaje a una nueva isla, Cayos Holandeses. En el programa, actividades náuticas y yoga para todos, en este pequeño paraíso de arena blanca y agua turquesa, donde se pueden admirar rayas y estrellas de mar desde el puente de Maloya.
También es en esta pequeña isla donde la familia conocerá a su primer tiburón, justo debajo de la falda de su barco.
