Educación obligatoria
En Francia, la educación es obligatoria para los niños de 3 a 16 años. Sin embargo, el aprendizaje puede tener lugar fuera de las paredes de una escuela. La familia puede encargarse de la educación por sí misma, lo que se denomina IEF o "Instruction En Famille", o los niños pueden inscribirse en el CNED, un servicio público, o en soluciones privadas de enseñanza a distancia. Estas soluciones son especialmente adecuadas para los cruceros de larga duración.
Educación familiar o IEF
Para practicar el IEF, los padres sólo tienen que informar al ayuntamiento de su casa, así como a la inspección de educación. Una vez hecho esto, los padres eligen la pedagogía que desean utilizar para la educación de sus hijos. ¡Hay tantos IEF como familias que lo practican!
Sin embargo, los medios utilizados deben permitir a los niños alcanzar, al final de cada ciclo escolar, el nivel esperado para los niños de su misma edad. Para ello, es útil informarse sobre los planes de estudio oficiales para construir un contenido de aprendizaje adecuado.
Para simplificar, se puede recurrir a los libros de texto, disponibles en las librerías, que siguen el plan de estudios.

Formación a distancia del CNED
El CNED es una institución pública de enseñanza a distancia. Los profesores que trabajan allí son profesores del sistema educativo nacional francés.
La inscripción en el CNED se realiza por autorización del Director Académico de los Servicios de Educación Nacional (DASEN) o por inscripción abierta. La diferencia entre ambos será esencialmente una cuestión de costes, ya que la matrícula abierta no es gratuita sino incondicional.
En concreto, en el marco del CNED, los cursos se reparten en 36 semanas del año escolar y siguen el programa. El seguimiento es individualizado y se realiza, en particular, mediante evaluaciones que se envían al CNED.
Lo mejor es tener una conexión regular a Internet para utilizar los diversos recursos del CNED y los intercambios con los profesores.

Escuela a bordo de un barco
Ya sea en el IEF o en el CNED, la escolarización lleva su tiempo Por definición, los niños no están de vacaciones, así que los padres tampoco. Sin embargo, el tiempo de trabajo no es el mismo que en una escuela ordinaria. De hecho, el aprendizaje es más rápido en una clase de uno, dos o tres niños que en una de 25 alumnos.
Muchas familias en un crucero optan por ir a la escuela por la mañana y reservar las tardes para otras actividades. Sin embargo, todos los casos pueden existir o evolucionar según las zonas de navegación y el ritmo del crucero.
No te engañes, cuando el barco está anclado en un fondeadero paradisíaco, los niños suelen preferir sumergirse en el agua antes que en sus libros de texto. Por lo tanto, los padres deben tener mucha paciencia y trucos para motivar a sus alumnos. Para algunas tripulaciones, la escuela a bordo es un éxito, para otras es una pesadilla. La mayoría de los casos suelen situarse en un punto intermedio, según el periodo.

Consejos y trucos para mantener la escuela a bordo
Acompañar a los niños en su aprendizaje escolar puede ser agotador. Es especialmente importante que todos los adultos de la tripulación participen en la instrucción y se turnen regularmente. Los niños mayores también pueden ayudar a los más pequeños con ejercicios o leerles. En los puertos de escala y en los fondeaderos, no dudes en hacer turnos para compartir las clases con otras tripulaciones.
Tener reglas claras para la escuela: días, horarios, lugar de trabajo, número de asignaturas, etc. Establecer una rutina diaria evita muchas negociaciones.
Una asignatura con la que un niño tiene dificultades a menudo puede abordarse de forma diferente en un medio de enseñanza distinto. Es mejor variar los medios para ofrecer diferentes ejercicios cuando las cosas se atascan que persistir en un callejón sin salida.
En el caso de los niños más pequeños, se puede aprender mucho de forma no académica para que los niños trabajen disfrazados. Por ejemplo, haz que los niños escriban postales a los abuelos o a sus amigos en cada escala, en lugar de escribir líneas en un cuaderno. Leer historias de sus libros favoritos en lugar de libros de texto. Cuenta los peces voladores que han aparecido en la cubierta.
En general, haz que los niños participen lo máximo posible en la vida del barco, ya sea en la navegación enseñándoles a leer cartas, a seguir una ruta o a hacer nudos, en la elección de destinos o en la cocina.
Por último, pero no por ello menos importante, los auriculares con cancelación de ruido son una gran inversión para los que quieren trabajar en paz