Las esclusas son el ritmo de la navegación interior, pero cuando un navegante ve en un mapa una serie de cuencas prácticamente contiguas, es difícil no sentir cierta aprensión. Es fácil imaginar que una escalera de cerraduras puede ser tediosa de recorrer. Sin embargo, el de Hédé, en Bretaña, es un mundo fluvial en miniatura. Aquí nos tomamos el tiempo para intercambiar y apreciar el arte que está omnipresente en las orillas. Al final, ¡este es el mejor recuerdo del viaje!
Una escalera de agua
Once esclusas en menos de 2 kilómetros pueden parecer muchas, pero permiten superar un desnivel de 27 metros y llegar a la división del Canal de Ille et Rance. A ambos lados, el agua baja hacia Rennes o Dinan. Sería fácil caer en la tentación de cruzar rápidamente este tramo y eso sería muy equivocado. Hay mucho que ver en esta parte de Bretaña

Cerraduras tradicionales
Las cerraduras son manuales. Un cerrajero le acompaña y acciona las puertas de madera una por una. Todavía se fabrican en roble, a la antigua usanza, en un taller de Saint-Germain-sur-L'Ille. Para conocer mejor la historia del canal, lo mejor es detenerse en La Magdeleine. En la casa del esclusero, una hermosa exposición recuerda la excavación y la intensa vida de los barqueros en el pasado.


Un patrimonio vivo
La Magdeleine es un lugar estupendo para quedarse Catherine Saint-James acoge a los viajeros en un alojamiento insólito a orillas del agua, o en los antiguos establos de los caballos de remolque. La región de Bretaña fue la primera en promover su patrimonio fluvial poniendo sus esclusas a disposición de los promotores de proyectos. Esto permite que se animen con actividades turísticas o artísticas. En este sentido, el canal es uno de los más animados de Francia

El arte está en todas partes
Para aumentar el placer de la navegación, las costas están sembradas de obras de arte ingenuas que se colocan cada año en el marco de un proyecto llamado "Art dérive". Los artistas ofrecen sus creaciones para que todos las vean. Un proyecto vivo en el que participan los guardianes de las esclusas y los residentes locales. Caballos, barqueros, bañistas o animales fantásticos, los descubrimientos se suceden y ofrecen un toque de magia al abrir cada puerta.



Un mundo de agua potenciado por la inventiva humanaâeuros¦ ¿qué mejor definición de Bretaña? Incluso en el interior, el alma celta se expresa plenamente, ofreciendo una agradable escalera para subir