Hay algunos barcos inteligentes. El Cape Cod 767 es uno de ellos. Sin duda, esto se debe a la página en blanco de la que partió su diseñador. Hervé Nollet ha imaginado una refinada embarcación de día para disfrutar a bordo. Sin ninguna idea preconcebida, ha diseñado un barco inteligente y de alto rendimiento.
El pliego de condiciones de esta embarcación atípica es muy amplio. Describe un velero transportable, fácil de botar y de navegar, que ofrece una zona de descanso para 2 adultos, una línea moderna y picante, unas prestaciones por encima de la media, en definitiva una oveja de cinco patas.
Una silueta que magnetiza la mirada
Sin embargo, Rosewest, que también produce el neo-retro Cape Cod 896, ha hecho un buen trabajo. El Cape Cod 767 ofrece una silueta llamativa. Con su proa invertida y su línea totalmente enrasada, dan ganas de detenerse un rato. El camarote, más bien un refugio, está situado bajo la cubierta de proa, oculto bajo un solárium. La escotilla para acceder a ella se abre en ángulo, proporcionando un respaldo para el solárium. ¡Inteligente!

El interior de la cabina, sin ventanas, se limita a dos camas con la posibilidad de instalar un inodoro químico. Uno puede dormir allí, pero no es cuestión de ponerse de pieâ?¦

Una línea pura
Para limpiar la línea de esta proa tan moderna, el enrollador está debajo de la cubierta. Está colocado detrás de la proa, mientras que el enrollador de código cero está en la punta. Esta última, al igual que la amura de spinnaker asimétrica, vuelve a bajar a cubierta directamente al pie del mástil.

En solitario o con poca gente
Es en este mástil donde se maniobra la embarcación, con cuñas escondidas detrás de la fianza de la culata. Es limpio y elegante. No hay cuerdas tiradas en la cabina. La caña de timón con su bastón deja al patrón libre para realizar sus maniobras en solitario. A cada lado de la bañera hay dos asientos acolchados para que navegar en el Cape Cod 767 sea un placer. Recuerda que el placer de navegar sigue siendo el concepto número uno de este dayboatâeuros¦

Motor eléctrico para no perturbar la navegación
Al fondear, el suelo de la bañera se levanta para ofrecer una verdadera mesa a la tripulación. En la popa, hay un cofre a babor para las defensas y los cabos de amarre, mientras que el cofre de estribor esconde un motor eléctrico que emerge del agua y queda completamente oculto cuando se navega, gracias a un sillón inteligentemente diseñado.

La batería, que ofrece 2 horas de autonomía a plena velocidad, está alojada bajo las literas de la cabina, justo al pie del mástil, para centrar los pesos.
Lanzamiento y amarre con 2 personas

Para gestionar la orza de 360 kg, que se retrae por completo en el casco, hay un pequeño grupo hidráulico que funciona con un motor eléctrico. La botadura se simplifica así, el velero se desliza desde su remolque directamente al agua y el mástil se hace con 2 personas.
2 versiones para el placer de navegar
Descubrimos el Cape Cod 767 en su versión Lounge, pero ya está prevista una versión Performa. Ahorrará 180 kg de peso al eliminar la tapicería y la teca de la cubierta, y sobre todo ganará en rendimiento al instalar un mástil y un bauprés de carbono que soportarán una mayor superficie vélica.
Este elegante y atípico velero se ofrece a partir de 120.000 euros TTC, la versión Lounge de este pequeño barco de día fabricado en Burdeos que pudimos descubrir se expone a 140.000 euros TTC.
