Una inspiración americana
La historia de White Shark comenzó a principios de los años noventa. El poderoso grupo estadounidense OMC tenía una sucursal francesa en Vannes. En aquella época, OMC fabricaba barcos Chris Craft y Four Winns, así como motores Johnson y Evinrude. La filial francesa contaba también con el astillero Kelt Marine. Dirigida por André Rouxin, OMC Francia quería ampliar su gama de lanchas motoras para incluir modelos más adaptados a las especificaciones europeas.

Retomando las cualidades de los cascos Chris Craft, OMC France adapta sus planos de cubierta al mercado europeo y presenta sus primeras unidades en el Salón Náutico de París de 1993. Bautizados con el nombre de White Shark, se presentan al público tres modelos abiertos: el 185, el 215 y el 226. Fue un éxito inmediato entre los clientes, a los que conquistó la mezcla de culturas americana y europea del White Shark.
Una historia llena de acontecimientos
En 1996, el grupo americano OMC atraviesa dificultades financieras. La filial francesa fue vendida a André Rouxin, que mantuvo la cadena de producción en Vannes, con la condición de que todos los nuevos modelos White Shark fueran propulsados por bloques Johnson o Evinrude.

Tras la quiebra de OMC en la década de 2000, André Rouxin vendió su negocio al Grupo Poncin, en rápida expansión. Sin embargo, como el objetivo principal del grupo eran los catamaranes de crucero, la gama White Shark no se promocionó, y el astillero se vendió a Guymarine en 2013.
La producción se repatría a Marans, pero Guymarine carece de fondos para relanzar la marca. White Shark nunca consiguió hacerse un hueco en el competitivo mercado de las embarcaciones de día a motor.
Un renacimiento bajo el liderazgo del Mercado Francés de Barcos
En 2020, el astillero fue adquirido por French Boat Market, un conocido actor en el mercado de las lanchas motoras desde hace varias décadas. Bajo la dirección de Lionel Vergnes, se crea una nueva oficina de diseño y la cadena de producción se traslada a Francia, a L'Herbaudière.
El astillero ha cobrado nueva vida y el futuro del tiburón blanco parece más prometedor. Un equipo de 42 empleados produce unos 100 modelos al año.

El astillero ofrece una docena de modelos que van de los 21 a los 30 pies, divididos en dos gamas: consola central y cabina deportiva. Este catálogo se completará con la llegada de la nueva 340 SC, que se presentará al público en otoño de 2023.
Fabricación de alta calidad

Fabricado con infusión, un White Shark se sitúa en el segmento premium y tiene una calidad de construcción hecha para durar. Con un muestreo generoso, los cascos están diseñados para ir rápido en todas las condiciones, al tiempo que proporcionan a la tripulación un alojamiento confortable.

De hecho a bordo de un White Shark 237 que un patrón francés, Bertrand, navegó de Jordania a Marsella fue una travesía de 2.600 millas por el Mediterráneo, durante la cual su barco no encontró el menor problema.

El White Shark 240 SC, el superventas del astillero

De los modelos de la gama, el 240 SC es el más emblemático.
El White Shark 240 Sc Evo, para cabina deportiva, es una evolución del White Shark 228, que se lanzó en 2008. Este superventas del astillero ha recibido un lavado de cara, al tiempo que conserva las cualidades de su predecesor.

Este modelo ultraversátil se ha beneficiado de la adición de un soporte para el motor, que libera espacio en la bañera al tiempo que proporciona una plataforma de baño más amplia. Este ahorro de espacio ha permitido instalar un gran asiento corrido en forma de L, convertible en un salón con capacidad para 6 personas.
Una zona de cocina precede a la bañera de diseño elegante, que alberga un pequeño camarote con una litera doble y un aseo opcional. La cubierta de proa está ocupada por un enorme solárium. El excepcional diseño del casco y la ejemplar calidad de construcción del 228 se mantienen en toda la embarcación.