Una iniciativa local
La cola de ballena de Arcachon fue realizada en 2010 por Emmanuel Janssens Casteels, artista belga especializado en reconstrucciones a tamaño natural en el ámbito de las ciencias naturales. Sus creaciones suelen destinarse a museos, el cine o fines científicos. Tuvo la amabilidad de contarnos la génesis de este proyecto tan original:
"El ayuntamiento de Arcachon me pidió que diseñara una obra de arte temporal. Fui yo quien propuso una cola de ballena sonando. Al ayuntamiento le pareció una idea excelente y aprobó rápidamente el proyecto. Tuve la suerte de tener en mi estudio un molde de una cola de ballena de verdad. Hice algunas pruebas en una piscina con un prototipo de 3 m para validar los cálculos".
Construcción de poliéster
Fue en su taller de Prayssas, en el departamento de Lot et Garonne, muy lejos del mar, donde se fabricó la cola de ballena. Fueron necesarios más de 6 meses de duro trabajo para llevar a buen puerto este proyecto, como explica Emmanuel:
"Tras pruebas concluyentes, nos pusimos a construir esta estructura, que tiene 9,6 metros de envergadura y casi 10 metros de altura. Para construirla, creé grandes plantillas, con una envoltura de poliéster, un poco como hacer el casco de un barco. El contrapeso es de acero inoxidable. Rediseñé la silueta para que se pareciera a la cola de una ballena, con refuerzos para garantizar las curvas.
El transporte se hizo en varias piezas. Lo monté todo en la zona técnica del puerto de Arcachon. Con un calado de 5 m, el conjunto pesa casi 2 toneladas.
Cuando se puso en marcha, me preocupó un poco que no funcionara. No estoy acostumbrado a las estructuras flotantes. Al principio, el proyecto iba a durar sólo una temporada. Pero al final, la estructura se mantuvo firme, y la cola de ballena se exhibe en las playas de Arcachon todos los veranos desde hace casi 13 años.
Atracado en un sólido amarre, está en el agua desde primavera hasta principios de otoño, y se refugia cada invierno cerca de l'Aiguillon.
Nuevos colores en cada lanzamiento
Desde su lanzamiento en 2011, la cola de ballena de Arcachon cambia de color con cada nueva temporada turística. Estos nuevos colores se eligen en función de un acontecimiento o de las tendencias del momento, y son un gran éxito entre los turistas.
Recientemente, una depresión otoñal azotó la cuenca, y la cola de la ballena rompió su amarre y vagó hasta el fondo de la cuenca. Varada en un banco de arena, ha regresado a su hogar invernal para refrescarse antes de la próxima temporada.
