Entre 2 cruceros oceánicos y un poco de navegación costera, a veces nos apetece atajar por tierra y campo para convertir nuestros cruceros en bucles, ¡sin tener que dar la vuelta al mundo! Esto es posible en varias partes de Europa. He aquí 3 canales, al norte, al oeste y al sur, que bien merecen los desvíos y la navegación.
Corinto: Un canal a través de los acantilados

Primer puerto de escala: Grecia. Aunque la península del Peloponeso es rica en historia antigua, desde Patras a Esparta y Olimpia, y en puertos de escala de renombre como Hidra, Kalamata, Spetses y Citera, el istmo que la une al continente puede ser un obstáculo para la navegación si hay que dejar el barco en su puerto de partida. Afortunadamente, en Corinto se ha construido un canal que une el golfo de Corinto, en el mar Jónico al oeste, con el golfo Sarónico al este, en el mar Egeo. Fruto de una obra titánica, se inauguró en 1882, y permite a los barcos evitar la larga travesía de ida y vuelta por el Peloponeso o plantearse un crucero en forma de bucle, utilizando este corredor de 3,2 millas de largo y 25 metros de ancho.

Aunque su estado ha obligado a realizar obras y ha provocado cierres, su reapertura está prevista para mayo de 2024. Navegar entre los acantilados es una experiencia impresionante. Las tasas de mantenimiento se pagan a la empresa del canal.


Canal de Caledonia: navegando con el monstruo del Lago Ness

Los lagos de Escocia están llenos de encanto. De Jura a Mull y de Skye a Arran, las islas del Oeste de Escocia tienen una gran riqueza de nombres fascinantes. Un recorrido por Escocia resulta muy atractivo, y la falla de Great Glen que se aprecia en el mapa le anima a ampliar la imagen. Descubrirá que los numerosos lagos situados entre Fort William, al oeste, e Inverness, al este, han sido conectados por la mano del hombre, creando lo que hoy se conoce como el Canal de Caledonia. El Canal de Caledonia une el Mar de Irlanda con el Mar del Norte, abriendo el camino a los más aventureros para viajar a Noruega o circunnavegar Escocia. De alcance canalizado a lago navegable, podrá navegar entre ovejas y campos, mientras pasa a los pies de Ben Nevis, la montaña más alta del Reino Unido, de 1.345 m de altura. Si le gustan las leyendas, puede virar en busca de Nessie en las aguas del lago Ness.

Le llevará varios días de navegación. El Canal de Caledonia, inaugurado en 1822 tras 18 años de obras, tiene 29 esclusas, ocho de ellas sólo para la famosa Escalera de Neptuno, que permite subir 19,5 m en 90 minutos. En sus 96 km de longitud, atraviesa 3 lagos naturales, Loch Lochy, Loch Oich y Loch Ness. Sólo 35 km están realmente canalizados.


Canal de Kiel: un atajo entre el Mar del Norte y el Báltico

Las islas del Báltico, ya sean danesas, suecas, alemanas o finlandesas, pueden resultar atractivas para los cruceristas de verano, pero una vuelta por Dinamarca es un buen viaje. Así que resulta tentador cruzar esta península. La marina mercante y la geopolítica lo hicieron posible con la inauguración del Canal de Kiel o Canal Nord-Ostsee. Después de que los daneses inauguraran una primera versión de pequeño gálibo, en 1887 el Reich alemán, tras hacerse con el control del istmo de la península de Jutlandia, puso en marcha la construcción de una versión diseñada para acoger más tráfico y evitar el uso de los estrechos de Sund, bajo control danés. Inaugurado en 1895 tras ocho años de trabajo de casi 9.000 hombres, el canal une Holtenau, al este, cerca de Kiel, en el Báltico, con Brunsbüttel, en el Mar del Norte, al oeste.

Con 98 kilómetros de longitud, se ha ampliado varias veces y ahora da cabida a buques de gran tonelaje, con una profundidad media de 13 metros. Hay dos esclusas a la entrada y a la salida, después de las cuales la navegación es libre. Es una de las vías marítimas más transitadas del mundo, con casi 120 barcos al día. Entre campos y zonas industriales, el Canal de Kiel permite navegar junto a buques mercantes y atravesar su "mini Canal de Panamá", ¡sin salir de Europa!
