Ortoqueratología, una práctica milenaria
La ortoqueratología tiene su origen en un método tradicional chino en el que las personas miopes se colocaban pequeños sacos de arena en los párpados por la noche para mejorar su visión diurna. Esta práctica evolucionó hasta la ortoqueratología moderna, que permite corregir la visión durante el sueño sin necesidad de ayudas visuales diurnas, sea cual sea el problema visual del individuo.

En los últimos años, la ortoqueratología ha experimentado avances significativos, sobre todo con la introducción de lentes nocturnas como las DRL, caracterizadas por diseños y materiales innovadores. También está reconocida como una solución eficaz para frenar la progresión de la miopía en niños, adolescentes y adultos. Liberados de las limitaciones que supone llevar gafas o lentes de contacto durante el día, los usuarios se benefician de una calidad de visión óptima en sus actividades cotidianas, como si no tuvieran ningún problema visual.
Un concepto ideal para salir al agua
Este tipo de lente es muy popular, sobre todo entre los aficionados a los deportes acuáticos, como confirma Marielle Gaumond, especialista en adaptación de lentes cerca de Marsella:
" Este producto, fruto de muchos años de investigación y desarrollo, acaba de ser aprobado por la Autoridad Nacional Francesa de la Salud. Además del reconocimiento de sus cualidades, esto significa también que puede ser reembolsado por determinadas mutuas. Es capaz de adaptarse a varios defectos visuales: miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. La lente tiene una vida útil de 12 meses".

¿Cómo funciona?
Justo antes de irse a dormir, colóquese las lentes. Tenga en cuenta que para mantener la misma calidad de visión todos los días, las lentes ortoqueratológicas deben usarse todas las noches.
Después de acostarse, se recomienda dormir con las lentes de ortoqueratología puestas durante al menos 6 horas para garantizar la eficacia del tratamiento. El proceso de remodelación se produce de forma suave y progresiva a lo largo de la noche, el mínimo de sueño necesario.
Al levantarse por la mañana, su visión será naturalmente clara entre las 16 y las 18 horas, tras lo cual empezará a deteriorarse gradualmente.

Equipamiento adoptado por los atletas de Pôle France

Las lentes también han sido probadas con éxito por regatistas del centro de entrenamiento de Marsella. Romain Ghio, windfoiler, así como Clara Stamminger y Manon Peyre, que navegan en el 49er FX:
"La vela y sobre todo el mar no se llevan bien con las lentillas y menos aún con las gafas correctoras. Estamos empapados de pies a cabeza, siempre marcando a nuestros rivales, afinando nuestras velas, afinando nuestro rumbo y, sobre todo, identificando perfectamente nuestras boyas. Las lentes nocturnas nos liberan de este tipo de estrés y nos proporcionan una visión precisa"
