La isla de Tobago, una agradable escala tropical entre la Guayana Francesa y el Caribe

Charlotteville - Tobago © Malou Montésinos

Tobago es la más pequeña de las dos islas caribeñas que componen el país de Trinidad y Tobago. Situada cerca de Venezuela, su nombre suena muy parecido al de "Tobago-Cays". Pero esta otra meca tropical de los cruceros se encuentra unos 160 km más al Norte, en las Granadinas. Tras las aguas limosas de Guyana, una profusión de turquesas encanta a todos los navegantes.

El paraíso está a la vuelta de la esquina, pero antes hay que cruzar la zona de convergencia intertropical. Probamos para usted el "punto negro". El cielo sigue azul, lleno de cúmulos de nubes, cuando de repente, más allá del horizonte, una enorme cuba de plomo fundido parece esperar pacientemente para tragarse su barco y su tripulación... En sólo unas horas, estarás dentro.

Un marasmo viviente

L l mar se ha vuelto loco, con olas escarpadas y totalmente desordenadas. La brisa hace cualquier cosa, pasando de 5 a 30 nudos en menos de un minuto, con un cambio de dirección para colmo. Es un paraÃso para los oyentes, pero una miseria para los que les gusta la navegación "eurospépèreeuros". De vez en cuando, cruzamos una riada con dos opciones: o cae verticalmente, o es una manguera de incendios, y apesta hasta el cielo. Después de uno, dos o incluso tres días de este régimen, una buena brisa constante de unos veinte nudos, rematada con una ristra de cúmulos en un cielo azul, ¡son los alisios! La buena vida es nuestra...

Un paraíso después del infierno

Tobago, la menor de las dos islas, se antoja una recompensa tras una jornada de navegación. El fondeadero de la "eurosbaie des piratesâeuros", frente a Charlotteville, en el norte de la isla, ofrece calma y serenidad. Los trámites de llegada son rápidos y sencillos. La pequeña ciudad alberga unos cientos de almas, gran parte de ellas pescadores. Surcan las aguas circundantes en sus lanchas clin de poliéster, propulsadas por fuerabordas de unos veinte caballos de potencia. Con un solo marinero en cada embarcación y una gran caña de bambú tirada a toda velocidad a cada lado, las condiciones son propicias para atraer a los delfines y las barracudas...

Tobago es una isla encantadora, menos visitada por los navegantes que otras debido a su situación a barlovento. Se puede explorar en minibús hasta Scarborough. La ciudad no es muy bonita, pero la fortaleza, encaramada en una colina, ofrece una vista soberbia.

Y el ambiente es bastante relajado. Los cruceros se llenan de turistas para pasar unas horas de compras desenfrenadas. La naturaleza es generosa y abundan las playas desiertas.

Los amantes del senderismo quedarán encantados con la exuberante selva tropical. Aquí es fácil avistar adorables colibríes y multitud de aves exóticas. Una excursión a las cascadas de Argyle ofrece deliciosos momentos de refresco tras unos minutos de paseo en la paz y la tranquilidad de las hechizantes copas de los árboles. Estos momentos se agradecen especialmente tras una sesión de navegación de varios días.

Más artículos sobre el tema