En mayo de 2026, Tolón acogerá un acontecimiento que podría resultar muy útil para los regatistas. Junto a los veleros clásicos de la Regata Toulon Provence, tendrá lugar un nuevo tipo de competición: los Battleboats. Estas regatas enfrentarán a modelos de drones de vela, equipados con sistemas de navegación autónomos y asistidos por inteligencia artificial. Una iniciativa destinada a cuestionar, poner a prueba y tal vez reinventar la forma en que se compite con los veleros.
Un formato de regata híbrido, entre el juego y la navegación regulada
Se organizarán tres tipos de regata: una regata reglamentaria inspirada en las normas de la ISAF, una regata "de juego" con opciones tácticas y una versión en la que se autoriza el contacto. El desafío es tanto tecnológico como competitivo. Cada velero teledirigido tendrá que lidiar con las limitaciones de prioridad, táctica de regata y creatividad técnica. Todo ello respetando el medio ambiente y las normas de seguridad.
Normas técnicas estrictas para una equidad máxima
Las normas imponen un presupuesto máximo de 10.000 euros sin IVA, una longitud inferior a 2,70 metros y fuentes de energía limitadas a baterías, muelles, aire comprimido o energía gravitatoria. La IA puede gestionar las trayectorias, la escora o el rumbo, y el control remoto sigue estando autorizado en caso de avería, o para llegar a la línea de salida. Cada equipo debe presentar un expediente técnico completo, validado por un jurado antes de la salida.
Un objetivo técnico ambicioso: crear un táctico virtual
El núcleo del proyecto Battleboats reside en el desarrollo de un "táctico virtual". Mediante un sistema de sensores a bordo, los drones deben ser capaces de navegar de forma autónoma, teniendo en cuenta la dirección y la fuerza del viento, las reglas de prioridad de la ISAF y la posición de los competidores. La inteligencia artificial está, pues, en el centro del pilotaje, tanto para la estrategia como para la pura navegación.

¿Quiénes son los participantes y a quién va dirigido este acto?
Abierto a escuelas, empresas, organismos públicos, clubes y particulares, el concurso tiene por objeto el intercambio de conocimientos. El objetivo es crear un diálogo entre los conocimientos náuticos y la programación. Los perfiles son muy variados: desde estudiantes de bachillerato que cursan estudios de ingeniería hasta nuevas empresas de robótica marina, pasando por miembros de clubes de vela por radiocontrol. Los aficionados a las maquetas de barcos a radiocontrol y los estudiantes constituyen actualmente el grueso de los preinscritos.
Retos profesionales: un trampolín para las tecnologías empotradas
Los barcos de combate son algo más que un mero entretenimiento. Esta competición podría convertirse en un campo de pruebas para los sistemas de apoyo a la toma de decisiones a bordo. El objetivo: tácticos virtuales, que podrían ayudar a las tripulaciones en regatas clásicas o en grandes regatas como la Copa América. La iniciativa cuenta también con el apoyo de la Dirección General de Armamento (DGA) francesa, señal de que las aplicaciones van más allá del ámbito puramente lúdico.
Logística bien organizada para recibir a los equipos
La inscripción está abierta hasta el 8 de mayo de 2026, con una cuota de inscripción de 100 euros por dron. El día anterior habrá un curso de formación. Las carreras tendrán lugar el 9 de mayo de 2026, seguidas de una ceremonia de entrega de premios el 10 de mayo. La zona de la carrera, marcada por boyas, se instalará alrededor de la playa de Mourillon y el Fuerte Saint-Louis. Se utilizarán pantallas gigantes y rastreadores para seguir las regatas en tiempo real.