La empresa francesa Inanix partió de una observación: es difícil obtener imágenes de veleros durante las regatas oceánicas. Aunque los corredores utilicen drones, su pilotaje y recuperación son siempre muy delicados.
A partir de esta observación, esta empresa especializada en drones específicos (ejército, gendarmería, agriculturaâeuros¦), ha desarrollado un modelo de dron flotante. Con él, el ciclista se libra de muchas limitaciones.
3 modos de vuelo

Este dron tiene 3 modos:
- Manual, sigue siendo pilotado por el marinero.
- Semimanual, el dron reconoce la embarcación como un objetivo que no se debe tocar, pero sigue siendo maniobrable y no sigue un programa de vuelo preciso
- Automático, que nos parece el modo más eficaz para la navegación.
Modo automático, el más eficaz en el mar
En modo automático, antes del despegue, el usuario planifica una "misión". Esto determina la ruta que seguirá el dron y cómo se posicionará para las tomas. Esta "misión" se calibra desde un smartphone. El software tiene unas cuantas cifras en su memoria y el piloto del dron sólo tiene que enlazarlas una tras otra. Una vez definida la misión, puede guardar el smartphone y no volverá a utilizarlo.
¡Lanza el dron al aire!

Para ponerse en marcha, el piloto (o navegante) simplemente lanza el dron al cielo. El dron registra que necesita volar y, a continuación, inicia el vuelo de acuerdo con la misión registrada. De este modo, el regatista puede realizar una maniobra como una trasluchada o un giro, cambiar de vela o de rumbo. El dron se posiciona siempre en relación con la embarcación y lleva a cabo la misión.
De vuelta a bordo en una red
Para la recuperación, debe instalarse en el balcón trasero una red, similar a una red de mariposa, con una diana. Al final de la misión, el dron localiza el objetivo y lo mantiene en su punto de mira, aunque el barco se mueva entre las olas. Poco a poco, se acerca al objetivo y, naturalmente, acaba en la red. El navegante sólo tiene que recuperarlo y guardarlo.
Vuela, pero flota

El Dronvor es impermeable y flotante. Si se queda sin batería durante una misión, flota. Si toca el agua, vuelve a despegar automáticamente. Los flotadores que rodean las hélices también garantizan la seguridad. En cuanto a las condiciones de vuelo, este dron puede volar con vientos de hasta 25 nudos.
En desarrollo
Aún en fase de desarrollo, el Dronvor debería estar disponible en breve. El equipo Inanix trabaja con patrones como Louis Burton en la clase IMOCA. Deberíamos verlo en muchos barcos para la próxima Transat Jacques Vabre y, sobre todo, para la Vendée Globe 2024. La versión para yates debería comercializarse en torno a 2025, a unos 1.500 euros.