Hay unas 70 millas entre Las Palmas de Gran Canaria y el puerto de Morro Jable, en Fuerteventura, para los que navegan desde el norte. Para nosotros, esta corta travesía fue la ocasión de un encuentro memorable con el pilotos tropicales estas ballenas pueden pesar más de 3 toneladas y medir hasta 5 metros de longitud.
Las Palmas, la mayor aglomeración de Canarias
Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad moderna y práctica, pero con poco encanto. Sin embargo, cuenta con un casco histórico, Vegueta, por el que merece la pena pasear.
Las Palmas es el punto de encuentro tradicional de los barcos que se disponen a cruzar el Atlántico hacia el Caribe. Su puerto deportivo puede acoger a más de 1.200 barcos atracados. Durante ciertos periodos, se permite fondear en el puerto exterior por un módico precio.
En los muelles del Puerto de la Luz también se exponen grandes yates. Tendrá la oportunidad de admirar unidades excepcionales como, por ejemplo, el majestuoso El Halcón Maltés .
Este puerto es un importante punto de encuentro para los barcos de travesía. Algunas tripulaciones navegan hasta Senegal o Cabo Verde, mientras que otras se dirigen directamente a las Antillas.
Una última escala europea
Los talleres de Gran Canaria están repletos de mano de obra y piezas para la industria náutica. Las tiendas de suministros ofrecen una amplia gama de alimentos para llenar el lazareto. La autopista al aeropuerto también lo convierte en un lugar cómodo para recibir a tripulantes y pasajeros.
Un denso y moderno servicio de autobuses permite desplazarse por la isla a bajo coste.
Un desierto por descubrir
Una visita al interior de Gran Canaria permite descubrir paisajes encantadores. Una parte importante de la zona está clasificada como reserva de la biosfera por la UNESCO. El parque rural de Nublo, la selva de Doramas, la zona ornitológica de Palmitos Park, las dunas de Maspalomas, todos compiten por hacer las delicias de sus visitantes. Los más deportistas pueden subir, en bicicleta, al Pico de las Niévès, a 1.950 metros de altitud.
Un poco más allá, el Roque Nublo, uno de los mayores monolitos naturales del mundo con sus 80 metros de basalto, se alza a más de 1.800 metros de altitud. Se puede acceder a él en autobús o en coche. Las numerosas rutas de senderismo permiten estirar las piernas antes de la travesía.
Los aficionados al ocio también tendrán donde elegir. Las aguas turquesas rondan los 22 grados, a la hora de las grandes salidas de los alisios... Justo lo necesario para empezar a experimentar con los numerosos puntos de buceo entre dos sesiones de sol. Y, por supuesto, como en las demás islas del archipiélago, los aficionados a los deportes náuticos no se quedarán atrás, sobre todo en las estaciones balnearias, cómodamente equipadas.
