La instalación de Sailsense en un barco es muy sencilla: una caja central a la que se conectan cajas periféricas que recogen la información. Toda la inteligencia del sistema reside en la capacidad de centralizar la información de los diferentes órganos del barco (circuito eléctrico, electrónica de navegación, motor, generador...).
Toda esta información es analizada y procesada in situ por la caja central que, según los algoritmos internos, puede activar las alarmas. A bordo, el patrón puede conectar su teléfono móvil a la caja y visualizar el estado de su barco.
Un programa de predicción de mantenimiento
Una vez cerca de la red, la caja central también es capaz de transferir estos datos a una nube, en un servidor seguro de Sailsense. Este servidor analizará entonces la información con más detalle para poder realizar un mantenimiento predictivo.
Por ejemplo, si una curva de temperatura del motor aumenta lentamente durante varias semanas sin que el tiempo tenga nada que ver, es probable que el sistema de refrigeración esté empezando a obstruirse o que la bomba de agua tenga algún punto débil. Por lo tanto, el mantenimiento debe programarse pronto. Del mismo modo, según el tiempo de carga y descarga, la temperatura de la batería o el número de ciclos, podemos juzgar el estado del paquete de baterías y anunciar una próxima sustitución.
A bordo, el usuario de la embarcación también recibe consejos y recomendaciones sobre cómo utilizarla correctamente. Si el régimen del motor es demasiado alto, un indicador le muestra que está consumiendo demasiado combustible. Si el caudal de la bomba de agua disminuye, probablemente haya un problema con el colador. El usuario recibe una alerta inmediata para comprobarlo.
Si se trata de un barco alquilado, una alerta avisa al arrendatario, en función de la distancia al puerto de salida, si tiene que zarpar para llegar a tiempo a la salida.
Ideal para gestionar una flota de alquiler
Cuando uno alquila un barco, ya sea un profesional o un fletador privado, le gustaría ser un ratoncito a bordo para ver cómo se trata el barco. El sistema Sailsense lo hace.
Además de las recomendaciones para un buen uso del barco, todos los sensores de Sailsense están equipados con sensores de choque. Por ejemplo, una escora se detecta automáticamente tras la verificación con los datos de la sonda y el decelerómetro. Pero el GPS también indica la posición del barco donde podemos ver si ha navegado en aguas insalubres. Lo mismo ocurre con un régimen de motor elevado que se ha mantenido durante demasiado tiempo. También se puede detectar una trasluchada demasiado violenta..
Toda esta información está a disposición del propietario en un cuadro de mandos, una especie de cuaderno de bitácora. Puede interrogarlo a distancia durante el alquiler y facilitar la devolución de la embarcación con este indicador de confianza sobre el uso de la misma. Con Sailsense, se podría incluso imaginar la automatización del proceso de devolución.
¿Para quién?
Sailsense es adecuado para todo tipo de embarcaciones. Desde la simple semirrígida hasta los mayores catamaranes de alquiler. Desarrollada hace 2 años, Sailsense cuenta hoy con grandes empresas de chárter entre sus clientes en todo el mundo. Pero este producto también es adecuado para embarcaciones más pequeñas, para excursiones de un día, por ejemplo. Un barco semirrígido puede tener sólo una caja Sailsense conectada a la red del motor sin ningún otro sensor. En este caso, el propietario puede seguir el alquiler de su embarcación y comprobar que no se ha hecho un mal uso de ella. El inventario de devoluciones se puede hacer con confianza.
¿Cuánto cuesta?
La caja Sailsense HUB cuesta 799 euros, el sensor POD adicional cuesta 499 euros (se pueden añadir tantos sensores POD en función del equipo a monitorizar). Abono mensual: 30 euros al mes y por barco.
