¿Qué elegir: cabrestante eléctrico, cabrestante de 4 velocidades o manivela eléctrica?

Si el viento aumenta o si te haces mayor, puede ser interesante recibir asistencia para tus maniobras de navegación. Entonces puede surgir la cuestión de electrificar el cabrestante. Pero, ¿cuál es la solución correcta?

La navegación requiere un esfuerzo físico. Cuanto más grande sea el barco, mayor será el esfuerzo. Para facilitar la vida de los marineros, se introdujo el cabrestante. Multiplica la fuerza humana. Pero siempre hay una manivela que girar..

Para la asistencia, estos cabrestantes han sido electrificados. Si se añade un motor eléctrico debajo del cabrestante, éste se puede accionar pulsando un botón. No más manivelas. Los cabrestantes eléctricos son ahora la solución estándar para cualquier marinero que necesite un poco de ayuda en cubierta. Pero eso no significa que sea la solución ideal. Hay otras soluciones, como los cabrestantes de 4 velocidades o las manivelas eléctricas, que también ofrecen una alternativa. Vamos a comparar estos tres sistemas.

Manivelle eWincher
Manivela eWincher

El cabrestante eléctrico: potente, pero a veces demasiado

Reconocidos por su eficacia, los cabrestantes eléctricos son potentes, pero representan una inversión importante. Motorizar un solo cabrestante implica no sólo la compra del equipo (motor eléctrico bajo el cabrestante), sino también su instalación a bordo (de 500 a 800 euros para la mano de obra y los suministros).

El precio de la electrificación de un cabrestante es variable. Depende de dos factores:

  • El tamaño del cabrestante es el primer factor determinante: un kit de conversión para un cabrestante de 40 se vende por entre 2.000 euros y 4.000 euros, mientras que el kit para un cabrestante de 60 se vende por entre 3.000 euros y 5.000 euros.
  • Las funciones disponibles en el cabrestante. Hay tres opciones disponibles, en orden ascendente de precio: motorización de una velocidad del cabrestante, motorización de ambas velocidades del cabrestante y, por último, motorización con control de velocidad en ambas velocidades del cabrestante (con diferencia, la opción más completa y más cara).

Si se añade el número de cabrestantes a los que se añade una motorización, el precio se multiplica: dos cabrestantes para el génova, un cabrestante para la driza de la vela mayor..

Manivelle eWincher
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Sin control de crucero, los cabrestantes eléctricos plantean dos problemas. En primer lugar, requieren una vigilancia extrema. Son tan potentes que el más mínimo atasco de la línea puede provocar su rotura en una fracción de segundo. En segundo lugar, no se pueden utilizar para afinar el tensor de la vela mayor, ni para recortar los últimos centímetros de un génova. La manivela manual siempre es necesaria para los ajustes finales.

Los cabrestantes eléctricos también son una pesadilla para las baterías de servicio: requieren entre 60 y 100 A cada vez que se utilizan. Estas altas y repetidas corrientes de descarga provocan un envejecimiento acelerado de las baterías de servicio.

Por último, la instalación de un cabrestante eléctrico no siempre es posible. Las cabinas y los planos de cubierta no siempre ofrecen el espacio necesario para alojar el motor eléctrico.

Evaluación del cabrestante eléctrico

  • herramientas potentes, pero no siempre adaptadas
  • precios elevados
  • consumo de energía
Manivelle eWincher
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El cabrestante de 4 velocidades

En un barco de regata, está prohibido utilizar motores eléctricos. Para superar este problema y ofrecer más eficacia a los cabrestantes, la empresa Pontos (ahora adquirida por Karver) ha desarrollado cabrestantes con "cajas de engranajes" que ofrecen una mayor velocidad de maniobra. Estos cabrestantes de 4 velocidades están disponibles en 2 gamas: overdrive para ir más rápido o overdrive para menos fuerza. Pero si esta tecnología es ahora muy avanzada, no proporciona ninguna ayuda en las maniobras. Todavía tienes que girar la manivela. Los regatistas de alta mar que son atletas pueden beneficiarse de estos cabrestantes, pero un navegante que busque asistencia no lo encontrará útil.

Manivelle eWincher
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Para comprender mejor el interés y los límites de estos cabrestantes, imagine que está en una bicicleta y que tiene que subir un puerto. Disponer de más marchas te permitirá gestionar mejor tu esfuerzo y, por tanto, ganar un poco de velocidad para subir el puerto. Pero el trabajo que tendrás que hacer para subir el puerto seguirá siendo el mismo.

Aunque estos cabrestantes, altamente tecnológicos y por tanto muy caros, pueden ser interesantes en la competición para mejorar la velocidad de maniobra, no son en absoluto una alternativa a la asistencia eléctrica obtenida por un cabrestante eléctrico o una manivela eléctrica, que son las únicas soluciones de asistencia que proporcionan la energía adicional que necesitas para ayudarte a realizar tus maniobras.

Para comparar, el cabrestante de 4 velocidades sería la moto de competición, y la manivela del cabrestante eléctrico en un cabrestante convencional es la moto eléctrica

Resumen de los tornos de 4 velocidades

  • tecnología compleja
  • reservado para la competencia
  • alto precio
Manivelle eWincher
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Manivela eléctrica: la solución más lógica

La ventaja de las asas de cabrestante eléctricas es que se adaptan a todos los cabrestantes, son menos costosas y no requieren ninguna instalación. Una sola manivela eléctrica es suficiente para alimentar todos los cabrestantes de a bordo... Su funcionalidad varía según el fabricante, pero su coste de 2.500 euros es siempre menor que el de alimentar un solo cabrestante

Para hacer funcionar una manivela eléctrica, se sostiene la manivela en la mano y se activa el motor eléctrico de la misma. Si algo fuerza la manivela, a diferencia de lo que ocurre con un cabrestante eléctrico, el tripulante se dará cuenta inmediatamente porque sentirá un tirón anormal en los brazos. Así podrá detener rápidamente el motor y evitar que se rompa o se bloquee.

Balance de la manivela eléctrica

  • Funciona en todos los cabrestantes a bordo
  • Le permite gestionar su fuerza
  • No hay peligro de rotura del material
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