Silzig fue desarrollado por Alain Daoulas, un bretón de Morgat. Este comandante de la Escuela Naval siempre ha practicado la navegación. También es el iniciador del Grand Prix de l'École Navale. Las numerosas regatas en las que ha participado le han permitido pensar en la seguridad de los navegantes.

Cuando un miembro de la tripulación se cae al agua, es necesario poder enviarle un dispositivo de flotación, tirar de él hasta el borde del barco y, finalmente, izarlo a bordo. Alain desarrolló la boya Silzig para cumplir estos tres requisitos con un solo dispositivo.
Esta "salchicha" (Silzig en bretón) es un tubo flexible que se cierra alrededor del náufrago. El Silzig debe estar conectado a la embarcación mediante una cuerda (a ser posible flotante) que debe medir aproximadamente el doble de la longitud de la embarcación: unos 20 m para un velero de 10 m.

Con forma de tubo (una especie de alevín de piscina), el Silzig no ofrece ninguna resistencia al ser arrastrado en el agua. En caso de hombre al agua, tienes que volver al lado del náufrago arrastrando tu Silzig detrás de ti, y una vez que lo hayas pasado, giras 90° para "encerrarlo" con la cuerda. Entonces puede agarrar el Silzig por las asas y dejarse arrastrar tumbándose sobre él.

El Silzig está construido con una cinta que lo atraviesa. Esta cinta, que soporta 1,1 toneladas de tracción, es la que garantiza la resistencia de la boya. Alrededor de ella, se instala una espuma de flotación, sostenida por la cubierta exterior de PVC. Esta correa termina con una hebilla en un extremo y un mosquetón en el otro. Esto facilita el cierre de la correa alrededor del superviviente y el uso de la anilla para izarlo a bordo. Con 145 N de flotabilidad, la Silzig cumple las normas de seguridad y puede sustituir a la boya de herradura sin ser prohibida.

El Silzig se produce voluntariamente en Francia, en Bretaña, con productos franceses. La producción de esta boya soporta 6 personas. Por supuesto, este modelo es más caro que una simple boya de corona, pero garantiza una seguridad real. No hay más que mirar los espejos de popa de los barcos que compiten actualmente, el Silzig está en todas partes: Mini, Class40, IMOCA e incluso en los Ultimes. A menudo los corredores lo atan a través del barco en las líneas entre los balcones.
El Silzig está disponible por 159,00 euros.