TurboKeels, una solución para el plomo de lastre de lado a lado

Para mover el centro de gravedad sin pasar por la complejidad de una quilla de péndulo, Philippe Brabetz, a la cabeza del astillero de Meta, ha inventado una solución: el TurboKells. ¡O cómo lastrar el plomo de una quilla a otra!

Si Philippe Brabetz compró el astillero de Meta en marzo de 2020, fue también porque buscaba un astillero que le permitiera ofrecer un sistema de lastre de su propio diseño: el TurboKeels. Este innovador sistema patentado permite pasar el lastre de una quilla a la otra en un velero de doble quilla.

La idea de los TurboKeels es literalmente desplazar el centro de gravedad. Esto ya se utiliza en los yates de vela como los IMOCA con su quilla inclinada. Al inclinar la quilla a barlovento, la masa del bulbo se mueve. Pero una quilla inclinada requiere un mecanismo complejo que es costoso y sobre todo frágil para su uso en cruceros. Además, no favorece el calado superficial, ya que no se puede inclinar la quilla en el ancla sin ver la escora del barco.

Con los TurboKeels, Philippe Brabetz retoma esta idea, pero aplicándola a una doble quilla. Utiliza las 2 quillas como "tanques" y planea pasar el lastre de una quilla a la otra. Cuidado, no habla de agua de lastre con una densidad de 1 como ya se hace en los yates de carreras. ¡No, está hablando de lastre de plomo!

TurboKells pour ballaster du plomb d'une quille à l'autre
TurboKeels para el plomo de lastre de quilla a quilla

De hecho, el principio consiste en crear un circuito cerrado entre los dos pines. Entre los dos alfileres circula un líquido compuesto por una mezcla de aceite y plomo con una densidad cercana a 10. Al permanecer en un circuito cerrado, el tiro de plomo nunca pasa por la bomba, sólo el líquido pasa.

Este sistema ofrece muchas ventajas. Es simple de instalar y no requiere un equipo de alta tecnología. Una simple bomba grande es suficiente con un motor eléctrico no más potente que el de un molinete. Este concepto conserva las ventajas de una doble quilla (posibilidad de conexión a tierra, buena superficie antideriva), y da un par de adrizamiento equivalente al de una quilla de péndulo con un calado reducido a la mitad.

Los estudios iniciales muestran que este sistema sería efectivo para barcos bastante grandes (a partir de 40 pies). Por el momento, en la fase de prototipo en el taller, Philippe Brabetz espera poder proponer rápidamente un futuro Meta 45 que embarcaría los TurboKeels.

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