Lady Sarah se construyó en Inglaterra en la década de 1960. Era elegante y bastante naval, pero la carpintería exterior estaba podrida y la pintura más que desconchada. Había sido alquilada y abandonada varias veces.


Un interior anticuado
El espacio interior, diseñado inicialmente para acoger a cinco adultos, estaba abarrotado de tabiques. Sobre todo, el verde caqui no combinaba con el amarillo dorado de la fórmica y el rojo Skaï de la tapicería... La idea era convertirlo en un hábitat abierto y luminoso.


Una cruel falta de mantenimiento
Las numerosas capas de pintura se desprendían en parches enteros. Un primer decapado con una potente Kärcher y agua caliente ahorró unas cuantas horas de lijado. El barco fue sacado del agua, cargado y puesto a cubierto. El casco y la superestructura recibieron nueva pintura y carpintería.


Infiltración en el sándwich
La vieja pintura enmascaraba antiguas reparaciones y el sándwich de la caseta estaba anegado en algunas partes. Estos puntos de filtración se abrieron para eliminar la balsa podrida, y se incluyeron trozos de madera donde se fijaban los accesorios. Los huecos se rellenaron con espuma de poliuretano, lo que permitió al barco recuperar su rigidez adecuada.


¡Un olor a sentina!
El barco se había construido a la vieja usanza sobre viguetas, y los suelos desmontables podían retirarse para limpiar y repintar los fondos. El barco adquirió al instante una "firma olfativa" más agradable.
El equipamiento de la cocina se ha mantenido
La cocina se ha rediseñado para ofrecer más espacio visual y se ha eliminado la fórmica amarilla. Se ha reutilizado todo el equipamiento, incluido el fregadero, la cocina y el frigorífico. La apertura del mamparo ha transformado radicalmente la percepción del espacio y hace que el barco parezca mucho más grande de lo que realmente es.



Un espacio abierto y acogedor
Los tabiques de madera se pintaron de color claro, así como las partes visibles del poliéster, dejando sólo unos toques de barniz que contrastan muy bien con el blanco roto. El techo se rehizo parcialmente para ocultar la cicatriz que dejó la eliminación del mamparo. También se ha renovado el puesto de conducción.

Un barco realmente habitable
El salón se ha acondicionado para hacer de este barco de sólo 9,30 metros un espacio realmente habitable. Los espacios bajo las cubiertas laterales se han convertido en espacio de almacenamiento. Se ha eliminado el sofá-cama en favor de un banco. Se fabricó una mesa plegable y desmontable de madera de cerezo y se instaló en cuanto se terminó el revestimiento del suelo.


Lady Sarah contaba con las bazas necesarias para tal transformación: espacios exteriores agradables y utilizables y un techo móvil que descubre la plaza. La disposición mecánica transversal con transmisión hidráulica permitía una disposición que no estaba dictada por ella.