El deseo de aventura
En 2020, Anaïs Billot y Louis Monzies llevan varios años viviendo en Tahití. Anaïs es enfermera, y Louis hace documentales sobre la montaña y el mar. Trabaja para la cadena de televisión Polynésie La 1ere, para la que ya ha producido dos temporadas del programa Bleu Océan Mag.
Pero rodar episodios en las islas de la Polinesia es complicado: los intercambios entre islas son largos, caros o simplemente inexistentes cuando los atolones son muy pocos o están muy alejados entre sí.
Anaïs y Louis, sedientos de aventura, hacen una propuesta insólita al canal: hacerse a la mar para que la organización de los reportajes sea más fácil y las islas más accesibles. Su idea fue aceptada.
Un velero para viajar
En Papeete, Anaïs y Louis se enamoran de un velero que parece robusto y bien pensado, llamado Maoti.
Es un diseño de Joubert, un El Rapid: una embarcación de aluminio de doble husillo con lastre, construida en Bretaña, en La Trinité-sur-Mer. Lanzado en 1999, el yate tiene 42 pies de largo.

Los espacios exteriores y la cabina son amplios, el interior está bien organizado con mucho espacio de almacenamiento. No hay que hacer ningún arreglo específico, aparte de la construcción e instalación de un gran bimini rígido, destinado a proteger a la tripulación del sol y a recoger el agua de lluvia.

La pareja compró el barco y, desde las primeras navegaciones, se confirmaron en su elección: Maoti es un barco rápido y sólido, fácil de gobernar. Anaïs pide una excedencia sin sueldo, se entrena para convertirse en piloto de drones a distancia y ambos se embarcan en un gran cambio de vida.


Visitar mientras se trabaja
Louis y Anaïs se lanzan a explorar el inmenso territorio de la Polinesia Francesa. En dos años, visitaron diez islas del archipiélago de las Tuamotu y cinco islas de las Marquesas, trayendo cada vez testimonios de civilizaciones y territorios poco conocidos.

Se adaptan fácilmente a la vida a bordo. Louis dice que pescan mucho mientras navegan: además de alimentarlos, esto les permite ser tomados en serio cuando llegan a una nueva isla, y hace que la población se interese por informar. Anaïs explica: "A veces también cambiamos el pescado por frutas y verduras frescas.
En el lugar, Louis también se integra rápidamente practicando la pesca submarina con los habitantes.

Transmitir los descubrimientos
A diario, a bordo del yate, Anaïs captura imágenes aéreas, mientras que Louis produce las películas, desde el rodaje hasta el montaje, pasando por la voz en off. Los episodios terminados se envían en disco duro, por vía aérea, antes de que la cadena de televisión los emita al público en general.

Hasta ahora, la pareja ha podido producir 23 episodios de 13 minutos cada uno.