Un proyecto: volver a navegar
Delphine creció rodeada de mar. Con su familia a bordo de un catamarán durante 9 años, aprendió la vida a bordo y se involucró de cerca en la navegación. En 2019, mientras vive en Nueva Caledonia, desea adquirir un velero para navegar un día o varios días por la laguna. Encontró un anuncio que le pareció interesante para su proyecto y decidió visitar la nave.

¡El recorrido por la cubierta es rápido! El barco tiene una bañera bastante amplia y un pequeño cabo, sin pasarela entre ambos espacios.

El interior cuenta con un camarote de proa, una pequeña zona de aseo y una zona de estar que combina una cocina y un salón convertible. Es posible instalar una banqueta o configurar el espacio con una mesa y bancos. Se agradece la gran altura libre y los grandes ojos de buey hacen que el espacio sea muy luminoso.


Un barco que no conoce
La decisión es rápida y fácil. El propietario dice: "Sólo lo visité, estaba oscuro, ni siquiera lo probé. Me he enamorado" Gasta el equivalente a 3.800 euros para convertirse en propietaria de un velero llamado Titiem.
En la tarjeta de registro que recupera cuando lo compra, se entera de que fue construido en 1970 por un astillero llamado Playsavia. Ella dice: "En ese momento y durante los últimos tres años, no he encontrado ninguna información en Internet. Sé que el pequeño velero llegó por contenedor hace varios años, pero no sé de qué país vino" Una cosa es cierta, Titiem tiene un perfil atípico y no se parece a los demás barcos del puerto de Numea.

La marinera está en su primera salida. Se ríe:" La primera vez que navegué, tuve miedo de haber tomado una mala decisión por capricho El barco llevaba mucho tiempo sin ser carenado y realmente no se movía en el agua" .
Un velero finalmente hecho para ella
Afortunadamente, tras el mantenimiento de su casco, su elección se confirmó: el Titiem es un mini-velero muy adaptado a la navegación costera, en solitario o en pareja. Con sus líneas muy cercanas al agua y su timón, ofrece sensaciones de navegación cercanas a la vela ligera. Delphine lo explica: "Creo que es un buen barco para los que quieren empezar a navegar, pero también para los que están más cualificados y quieren mejorar sus habilidades.

La eslora total de 7,60 m y las velas pequeñas y fáciles de izar hacen del Titiem un yate maniobrable en solitario. El calado de 1,60 m permite a Delphine acercarse a los islotes y aprovechar al máximo los fondeaderos de la región.

Desde hace un año, el barco está anclado en una bahía de fácil acceso y lo utiliza regularmente. Permanece atenta: el tiempo puede cambiar rápidamente en la laguna, y sabe que la comodidad del barco es limitada en caso de mal tiempo.
Un curso: subir a bordo
Al año siguiente, cuando se acercaba un vendaval, Delphine obtuvo una plaza en el puerto. Entonces se instaló definitivamente en el velero, en el centro de Noumea, por menos del coste de un alquiler tradicional y sobre todo para disfrutar más de su barco.

La vida a bordo requiere algunas adaptaciones. Añadió una vaca de agua de 80 litros y retiró el inodoro para hacer la cama del camarote delantero un poco más larga y convertirla en su dormitorio. Titiem no tiene ni nevera ni horno: también cambia su dieta y aprende a conservar sus alimentos mediante lacto-fermentación.
Dos años después, aunque está muy contenta a bordo, Delphine admite que el barco sigue siendo un poco pequeño para la vida a bordo. Se arrepiente de no haber encontrado espacio para instalar una biblioteca Titiem está equipado con un motor fueraborda de 8 CV en un pozo. En una silla, permitiría ganar un poco más de espacio vital.