Comprar un barco nuevo o uno recién usado, ¿cuál es la mejor opción?

Cuando se planea comprar un velero o un barco a motor, surge inevitablemente la pregunta de si comprarlo nuevo o recién usado. La diferencia de precio entre un barco nuevo y uno recién usado suele ser muy pequeña. Así que, si no es su cartera la que decide, ¿cómo decidir entre un barco nuevo y uno de segunda mano?

Comprar un barco, una elección entre la pasión y la razón

Es una pregunta recurrente en los pantalanes y en los salones náuticos: ¿es mejor comprar un barco nuevo o uno recién usado? La navegación es una pasión que puede salir cara rápidamente. Entre el precio de compra, el mantenimiento y las tasas portuarias, la factura puede subir rápidamente. Aunque algunos navegantes acaban optando por alquilar su barco para mantener los costes bajos, tener un barco en propiedad sigue siendo el sueño de muchos.

Ventajas e inconvenientes de un barco nuevo

Un barco nuevo ofrece una serie de ventajas innegables. Está cubierto por una garantía del fabricante, lo que le dará tranquilidad durante los primeros años. Además, el comprador tiene la posibilidad de personalizar la embarcación a su gusto, eligiendo el equipamiento y los acabados que más le convengan. Las modernas tecnologías aportan innovaciones al casco, los accesorios y los motores, optimizando las prestaciones y el confort.

Pero un barco nuevo también es un barco vacío. Antes de soltar amarras, hay que equiparlo. Desde equipos electrónicos hasta vajilla, cabos de amarre, defensas y anclajes. Sin olvidar el equipo de seguridad. Comprar un barco nuevo significa descubrir una larga lista de equipos que hay que adquirir antes incluso de subir a bordo.

La rápida depreciación del precio de una embarcación es otra desventaja, ya que nada más botarla, un barco nuevo pierde gran parte de su valor de mercado. Además, a veces hay que armarse de paciencia para resolver ciertos ajustes técnicos inherentes a cualquier barco que sale del astillero, lo que obliga a acudir al servicio posventa. A menudo se necesita un año de puesta a punto antes de poder navegar tranquilo con un barco nuevo...

Ventajas e inconvenientes de una embarcación usada reciente

El reciente mercado de segunda mano atrae a muchos navegantes por su asequibilidad. Comprar un barco de segunda mano suele ser una buena forma de acceder a un modelo a un precio equivalente al de un barco nuevo, pero con una embarcación "totalmente equipada". Una embarcación con algunos años de antigüedad suele haber corregido sus defectos de construcción. También se ha beneficiado de los ajustes y correcciones necesarios tras sus primeras navegaciones. Además, un barco de segunda mano pierde valor menos rápidamente, lo que limita el impacto del descuento a la hora de la reventa.

Pero, sobre todo, un barco de segunda mano está listo para navegar. Dispone de todo el equipamiento (electrónica, seguridad, confort, etc.) necesario para navegar. Comprar un barco de segunda mano reciente significa que puedes soltar amarras rápidamente.

Sin embargo, comprar un barco de segunda mano también conlleva limitaciones. Es posible que conozcamos el historial de mantenimiento de sus anteriores propietarios, pero algunas piezas pueden estar desgastadas y necesitar ser sustituidas, lo que incrementa el coste. También es importante comprobar el estado general de la embarcación, ya que algunos propietarios pueden haber descuidado el mantenimiento a pesar de su corta edad. Además, las prestaciones de una embarcación de segunda mano pueden ser inferiores a las de modelos recientes que se benefician de los últimos avances en diseño y motores. Por último, antes de finalizar la compra, es esencial realizar una inspección minuciosa para evitar sorpresas desagradables relacionadas con el estado de la embarcación.

¿Cómo puedo elegir bien?

La elección entre una embarcación nueva y una recién usada depende de las prioridades individuales. Los que prefieren la tranquilidad y el confort moderno se decantarán naturalmente por un barco nuevo (aunque la experiencia demuestre que hay algunos escollos en este sentido). Por el contrario, los que tienen un presupuesto más ajustado y quieren un barco listo para navegar de inmediato preferirán un modelo de segunda mano reciente. La personalización es otro criterio que juega un papel decisivo en la decisión. Un barco nuevo puede personalizarse, mientras que uno de segunda mano ofrece una buena relación calidad-precio, siempre que se compruebe cuidadosamente su estado general.

Sea cual sea la opción que elija, es esencial dedicar tiempo a analizar sus necesidades, comparar ofertas y, si es necesario, recurrir a un perito naval para que evalúe una embarcación usada antes de comprarla. Una elección bien meditada garantiza una experiencia de navegación óptima y evita decepciones.

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