En el extremo oriental de la isla de Valentia, a la altura del pueblo de Knightstown, un proyecto de puerto deportivo abortado ha dejado enormes pontones alrededor del antiguo puerto para romper el oleaje. Estos grandes pontones de hormigón son de acceso libre y acogen a los navegantes y pescadores que lo deseen.

Llegada a Knightstown en barco
Al llegar en barco desde el norte de la bahía de Dingle, hay que prestar atención a los remolinos, las corrientes, los islotes y las rocas frente a Slea Head, entre las islas Blasket. Además, al pasar entre la isla de Valentia y la de Beginish para llegar a Knightstown, las numerosas trampas de pesca requieren cierta atención. Como alternativa, la isla de Beginish puede evitarse desde el norte.
Sorprendentemente, también hay trampas de pesca dentro de los pontones. No son una molestia a menos que se amarre en el pontón norte, en el interior. Sin embargo, es mejor evitar este pontón debido a la corriente y el picado que lo hacen menos cómodo. Lo ideal es utilizar el pontón este, ya que el ferry pasa por el pontón sur, lo que provoca algunas turbulencias.

Fácil acceso al pueblo y a la costa
El pontón no ofrece ninguna otra instalación, ya que no hay electricidad ni agua. Sin embargo, hay instalaciones sanitarias cerca de la bodega del transbordador que circula continuamente entre la isla y la costa en Reenard Point. El Royal National Lifeboat Institution el Royal National Lifeboat Institution, RNLI, también tiene una base en Knightstown.

El puerto está situado al pie de la calle principal del pueblo. Aquí encontrará una tienda de comestibles, varios pubs y restaurantes. Un poco más arriba, hay un gran parque infantil para los niños y un pequeño museo insular para entretenerlos.

Un poco de historia y curiosidades
Se cuenta la historia de la gran aventura del primer cable de comunicación transatlántico desde Valentia, el punto más occidental de Europa, hasta Terranova. Se pueden hacer bonitos paseos desde el pueblo hasta el faro de Valentia o hasta las huellas fosilizadas de un tetrápodo de 400 millones de años.

Alrededores que merecen una visita
La isla de Valentia está idealmente situada a unas pocas millas al sur del encantador puerto de Dingle, con sus pubs de "ferretería" donde se puede tomar una pinta mientras se compran tornillos y clavos, todo al son de la música. Es un lugar estupendo para recorrer las pequeñas tiendas y joyerías, comer tapas irlandesas o disfrutar de un helado en el famoso Murphy's.
También están cerca las islas Blasket, las impresionantes islas Skellig o la playa de Coumeenoole, con fama de ser la más bella del condado de Kerry...
