De la mesa de dibujo al astillero
Titouan Couvrant y Tanguy Turpin son estudiantes del DPEA de arquitectura naval de Nantes. A medida que avanzaba su año de formación, los dos amigos maduraron el proyecto de diseñar un barco juntos y construirlo. El primero lo explica: "Pensamos que sería divertido hacer un barco de principio a fin, desde el diseño hasta la navegación conjunta. Empezamos dibujando algunas formas de casco sólo por diversión, y finalmente se convirtió en nuestro proyecto final. Es interesante ver la diferencia entre Rhino, el software de diseño 3D y el taller"
Un barco de día de menos de 6 metros
Para avanzar, los jóvenes arquitectos navales se han dotado de un pliego de condiciones sencillo, pero con exigencias profesionales que van más allá del clásico constructor aficionado, como explica Titouan. "Nuestro objetivo era ser económicos, de ahí la elección del contrachapado epoxi, que limita las formas. Empezamos a mirar barcos de unos 7 metros, pero cuando miramos los cálculos, el coste nos pareció elevado. Pero aunque éramos constructores aficionados y no era obligatorio, queríamos respetar las normas ISO como profesionales. Como era más sencillo por debajo de los 6 metros, se nos ocurrió el Laïta 5.80"
Tras unos estudios hidrodinámicos sobre el número de quillas, el dúo imaginó un pequeño velero transportable de 5,80 m de eslora y 2,20 m de manga. Con un pequeño techo, la embarcación, dedicada principalmente a la navegación de día, permite sin embargo albergar a 2 personas durante una o dos noches en una cama bretona.
El Laita 5.80 es una embarcación integral con un calado de 1,60 m y una superficie vélica de 23 m2. Con un desplazamiento de carga de 830 kg para 4 personas, el plan de velas debería permitir un rendimiento razonable.
Una construcción al ritmo de las estaciones y del trabajo
Desde entonces, los dos jóvenes arquitectos han empezado a trabajar en despachos y se dedican a la construcción del Laïta en paralelo a sus actividades. Pero el proyecto avanza, sin grandes sorpresas, pero con algunas lecciones para los diseñadores, como atestigua Titouan. "La asociación de antiguos aparejadores de Saint-Nazaire ha aceptado acogernos. Empezamos en junio de 2022, pero era complicado seguir adelante este verano. Con el calor del hangar, la resina se polimerizó demasiado rápido. Pero, en general, quedamos bastante satisfechos, ya que nunca hubo más de unos milímetros de diferencia en el montaje. Sólo el quillote intermedio fue un poco complicado de chapar
El dúo nos mostrará el progreso de las obras en el futuro.
