Corrosión natural que debe repararse
Construido en 1896, el Belem es la última barca de tres mástiles y casco de acero bajo pabellón francés. Está a disposición de la Fundación Belem y lo gestiona la empresa Vships France en Nantes. Mantenido a lo largo de los años por sus sucesivos propietarios, la corrosión natural de su casco de acero ha obligado, sin embargo, a la fundación y a sus socios a llevar a cabo un importante proyecto de reparación, como explica Christelle Hug de Larauze, Delegada General de la Fundación Caisse d'Epargne Belem: "Es extraordinario que este barco siga navegando. Es la última superviviente de su generación. Por un lado porque es robusto, pero también porque se ha cuidado. Es un monumento histórico reconocido. Pero hemos llegado al final de un ciclo. Bureau Veritas certificó la conformidad del buque y nos autorizó a utilizarlo. En la actualidad, el casco de acero se corroe demasiado, lo que provoca una pérdida de grosor. Si esta pérdida de grosor supera el 20%, habrá que realizar obras
conocimientos técnicos. El Belem se colocará sobre carpas elevables, ya que los trabajos se realizarán desde debajo del casco. Habrá que retirar todos los equipos: generadores, motores, ventilación, etc., y luego cortar todas las partes "> La bodega del motor sufrió dos tipos de erosión. La primera se debió a la corrosión interna provocada por las aguas residuales, ya que el Belem no está equipado con un depósito de recogida de aguas residuales. La segunda es la corrosión externa provocada por el agua de mar. Aunque el desgaste es natural, hay que repararlo.


Obra histórica de la invernada de los âeuros de Belém 2022-2023 © Michel Cazes Un presupuesto de 1,7 millones de euros
