¿Cómo reconocer rápidamente cuándo se está a barlovento en un velero?

Es mucho más fácil navegar a favor del viento que en contra. Por eso pasamos mucho tiempo navegando contra el viento. Pero, ¿cómo saber si se navega contra el viento? Si no se está en el punto de vela correcto, ¡el paso de barlovento puede llevar mucho tiempo! Aquí tienes algunos consejos.

Las señales de barlovento, base del aprendizaje

Para desenvolverse en la navegación a vela, es esencial tener un punto de referencia respecto al viento. Lo necesitas para ceñir con eficacia, para saber si los reglajes de tu barco están optimizados y para saber si estás en la configuración adecuada para lanzar determinadas maniobras. Rara vez decidiremos trasluchar cuando aún estamos en ceñida, por ejemplo.

Imaginémonos hoy en un yate de crucero o similar.

Utiliza todos tus sentidos, ¡o casi todos!

Para saber si estás a barlovento, hay varios marcadores sencillos:

  • El barco está volcado.
  • Puedes sentir el viento en la cara. Algunos usan las orejas para sentir el viento
  • Generalmente, nuestro barco se mueve contra las olas, golpea las olas.
  • La barra es dura, más difícil de manejar.
  • Instrumentos como la aleta y la electrónica indican que el viento viene de la parte delantera del barco.
Des repères avec les instruments
Puntos de referencia con instrumentos

También podemos hacer una pequeña prueba con el timón para comprobar que estamos contra el viento. Sube ligeramente el grátil. Si el barco pierde velocidad y el casco se aplana, ¡estabas contra el viento! Si no es así, ¡quizá estabas en el viento o en la viga adecuados!

Por supuesto, todas estas señales son más fáciles de identificar si las velas están correctamente trimadas para este punto de navegación

Un ejercicio para progresar

Te proponemos un entrenamiento muy eficaz para mejorar tu dirección en ceñida: véndete los ojos. El objetivo de este ejercicio es comprobar que se puede dirigir privándose de ciertos sentidos. El primero serán los ojos. En efecto, tendemos rápidamente a mirar nuestros instrumentos electrónicos o nuestra aleta para saber si estamos a barlovento. Pero esta recopilación de información suele ser una fuente de errores cuando se está empezando. Sentir el barco te permite reaccionar más rápidamente y adaptarte mejor al mar.

Utiliser ses sens
Usar los sentidos

Mientras esté supervisado por alguien que sepa navegar, vendarse los ojos puede ser muy instructivo. Se concentrará en sus otros sentidos y, en particular, sentirá el viento, el listón del barco y los diferentes sonidos.

Si el barco se aplana y notas menos el viento, ¡tira un poco hacia abajo! Si no puedes sentir el viento pero aún ves que tienes algo de velocidad, puede que te hayas ido ancho, ¡necesitas orzar! Sólo asegúrate de no dar demasiado ángulo a tu timón, ya que los cambios bruscos de dirección podrían enredarte. Si te va bien, puedes intentar privarte de más información: ponte un cubo en la cabeza, un cojín bajo las nalgas y... ¡o bajo los pies!

Así que no dudes en probar este ejercicio en tu próxima salida Hágalo bajo la supervisión de una persona competente para evitar una trasluchada salvaje o cualquier otro riesgo de accidente. Cuidado, sin embargo, con el mareo, que puede aparecer rápidamente cuando se le priva de la vista. Dicho esto, ¡es un ejercicio muy divertido!

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