Luperón: una parada obligada en el norte de la República Dominicana

© Malou

La ruta que une las Bahamas con el arco caribeño está plagada de dificultades. Sin embargo, tiene algunos atractivos notables, como la escala de Luperón, en la República Dominicana.

Navegar de las Bahamas al Caribe no está exento de dificultades. Ésta es sin duda una de las razones por las que esta ruta es tan poco transitada, aunque no carece de interés.

Entre Eleuthera y el Caribe, la parte sur de la cuenca de navegación es barrida con frecuencia por un alisio a veces vigoroso. Además, a las olas del Atlántico, que llegan de una travesía sin obstáculos, les gusta hacer bailar a los barcos.

El cabotaje como solución

Siempre que, por supuesto, se disponga del tiempo necesario para "seguir" pacientemente las ventanas meteorológicas, la travesÃa puede facilitarse enormemente. El método â??eurosfrontaleâ?, que consiste en ir contra el viento, cueste lo que cueste, suele resultar muy rockâ?, tanto si se navega a vela como a motor.

Luperón, uno de los pocos refugios de la ruta

Situado en el noroeste de la República Dominicana, Luperón es uno de los pocos paraísos posibles. Su sólida reputación como agujero ciclón esta ubicación fiable la convierte en un destino de elección. Aquí se puede poner el barco en espera, el tiempo suficiente para preparar la embarcación y la tripulación para las cerca de 500 millas que los separan del Caribe. La entrada, situada al final de una bahía verde abierta al norte, tiene un canal razonablemente bien señalizado.

En el interior, todo es absolutamente tranquilo. Un lago, rodeado de manglares y protegido del viento en 360 grados, ¡mÃnimo euros! Además, un comité de meteorólogos locales se reúne regularmente en la sala principal de un establecimiento que lleva el dulce nombre de "Bar de los marineros a velas". El objetivo es hacer correr la voz: "nunca ha habido un ciclón en Luperonâeuros". ¡Asà que es verdad!

Anclaje relleno

Un gran número de embarcaciones diferentes ocupan un espacio reducido. Cada recién llegado es recibido por una embarcación para dos personas, para los "âeurosguiderâeuros". No está prohibido echar el ancla, pero es incomparablemente más cómodo coger un maletero. Las tarifas son muy bajas y el comité de bienvenida le ayuda a instalarse.

Los trámites de entrada se hacen "a la antigua usanza"

Aquí no existe un sistema de registro informatizado. La era de los formularios firmados y sellados sigue entre nosotros... Se necesitan no menos de cinco "eurosospapelès" antes de poder realizar una "eurosentrada". Se requerirán otros dos para la salida. Afortunadamente, la población es en general amable y la mayorÃa de la gente tiene una sonrisa preparada.

Un astillero que merece la pena visitar

El astillero Aventura boats de Luc Guessard está situado en La Culebra, a unos diez kilómetros de Lupéron. Este establecimiento bien merece una visita para los aficionados a la construcción naval. Luc llegó aquí en 1998. Con su equipo de unas cincuenta personas, construyen catamaranes de poliéster para uso comercial: excursiones de buceo, chárter de un día, transbordadores... Líder en el mercado, el astillero tiene una cartera de pedidos repleta.

Filósofo, lleno de sabiduría y humanidad, Luc Guessard es un personaje cautivador y entrañable. Su empresa emplea a un gran número de personas del pueblo vecino, a las que considera su "familia". Entusiasta de la biodiversidad y amante de la naturaleza, ha instalado un huerto, una pajarera y otras granjas de animales comestibles detrás de la obra. Una zona está reservada al cultivo de árboles jóvenes para la reforestación.

Reboiser pour sauver l'eau
Reforestar para ahorrar agua

De la recolección del sargazo a la navegación de buques de carga

El éxito de las producciones actuales no impide a Luc preparar activamente nuevos proyectos. Por ejemplo, se está construyendo un prototipo de catamarán especial. Es una herramienta diseñada para optimizar la recogida de sargazo.

Gran aficionado a la vela, Luc también trabaja en el proyecto de un carguero de 60 pies diseñado para transportar verduras y frutas a las islas vecinas.

Una visita al buque insignia de la industria local es un complemento perfecto a las atracciones turísticas "clásicas" de la bahía de Luperón: parques nacionales y acuáticos, museos, reliquias y playas de ensueño.

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