Una producción francesa de origen estadounidense
La creación de astillero J Composites se remonta a 1994, cuando Didier Le Moal conoció en una regata a Jeff Johnstone, hijo del fundador del astillero estadounidense J Boats. El astillero estadounidense, con sede en Newport y fundado en 1977, goza de buena reputación al otro lado del Atlántico, pero produce modelos muy orientados al mercado estadounidense.
Se crea una química entre los dos hombres y se acuerda crear una unidad de producción en Europa, con sede en Les Sables d'Olonne. Esta unidad produciría unidades bajo licencia estadounidense, pero mejor adaptadas al mercado europeo. Se contrató a un equipo y el primer J/92 construido en Francia se ensambló ese mismo año.
Esta primera colaboración fue un éxito, y el joven astillero francés pasó a producir el J/120 y el famoso J/80, con un nivel de acabado interior diferente al de los modelos americanos.
Entidades francesas y estadounidenses independientes pero estrechamente vinculadas
En 2001, el astillero Les Sables d'Olonne botó el J/109, que fue el primer velero desarrollado conjuntamente por J Boats y J Composites. La entidad francesa ganó confianza y liderazgo en el desarrollo de esta unidad, como explica Frédéric Bouvier, Director Comercial de J Composites:
"J Composites desempeña un papel clave en la imagen de J en todo el mundo. No somos solo una empresa de construcción, sino también diseñadores que se adaptan a las tendencias del mercado.
En la actualidad, el 80% de los productos J son codesarrollados y producidos en Francia por J Composites, que los comercializa en Europa y el resto del mundo .
ADN versátil
Desde el principio, el astillero J diseñó veleros principalmente para cruceros rápidos. El primero de su clase, el J/24, se diseñó para cruceros costeros cortos, como demuestra su elaborado diseño. Pero las numerosas victorias en regatas dieron a J una imagen de barco de carreras, como confirma Frédéric Bouvier:
"El ADN de un J es, ante todo, veleros diseñados para personas que navegan y disfrutan en el agua. Tener un barco lo más versátil posible es la base de toda la filosofía arquitectónica de los barcos. Hacemos barcos cuyo diseño está dedicado al programa que se va a dar, evitando someterse a las alabanzas del marketing del momento. El aspecto "rendimiento" de un J está muy arraigado en la cultura náutica, mientras que nuestro objetivo inicial no es ganar en una regata, sino proporcionar placer a la tripulación
J Composites fue precursor en la construcción por infusión, siendo de los primeros en dominar este método de fabricación en serie. El uso de un casco en sándwich minimiza la estructura y, por tanto, añade este ahorro de peso al lastre. J Composites fue también el primer astillero en ofrecer de serie un spinnaker asimétrico en un bauprés retráctil.
Otro punto fuerte de un J es su casco versátil y atemporal. Se comporta bien en todas las condiciones, proporcionando a su tripulación un disfrute óptimo, no sólo en regatas, sino también en crucero. Por sus cualidades náuticas, un J es también uno de los favoritos para los cruceros. Cerca del 20% de la flota de J 80 se utiliza para la navegación de día, sin pretensiones deportivas.
Una gama de dos productos
El catálogo de J Composites se divide en dos gamas, Sport y Elegance:
La gama Sport está compuesta por yates versátiles, incluidos los emblemáticos J/70 y J/99, que ofrecen tanto accesibilidad como competitividad. Estos yates permiten a los aficionados navegar con un rendimiento de primera clase. Han obtenido numerosas victorias de prestigio en todo el mundo, además de ser muy apreciados por los navegantes de recreo. Su superventas histórico, el J 80, ha sido sustituido por el J 70, del que se han vendido 1.700 unidades desde su lanzamiento en 2012.
La gama Élégance está formada por yates dedicados al crucero en aguas azules, con el objetivo de lograr el equilibrio adecuado entre confort interior y prestaciones. Creada por iniciativa de los equipos franceses, esta gama comprende dos modelos: el J/45 y el J/112E.
El sitio de J Composites en pocas cifras
Desde su lanzamiento en 1994, cerca de 2.000 unidades han salido del astillero de 8.000 m2 de Les Sables d'Olonne. El medio centenar de empleados ha generado unas ventas de 9 millones de euros en 2022.
