Todos conocemos las balizas personales de socorro, que pueden instalarse como accesorio en un chaleco salvavidas. Existen dos tipos de balizas:
- Etiquetas PLB
Las PLB (Personal Located Beacons) son balizas SARSAT-COSPAS que emiten una señal captada por los satélites. Esta señal de socorro se transmite a los servicios de emergencia de los distintos países. En Francia, es la CROSS la que gestiona estos servicios de salvamento, utilizando la posición GNSS (GPS, Galileo, Glonass) transmitida por la baliza para volver hasta el náufrago. Estas balizas funcionan en todo el mundo, tanto en el mar como en tierra.
- Balizas AIS MOB
También existen las balizas de socorro MOB AIS (Man Over Board Automatic Identification System). Del tamaño de un paquete de cigarrillos, como las PLB, estas balizas emiten una señal digital VHF que es recibida por todos los receptores AIS dentro de su alcance. Son muy eficaces, porque si un náufrago cae por la borda, las embarcaciones más cercanas pueden intervenir lo antes posible. Sobre todo cuando se navega con tripulación, el barco del que acaba de caer es lógicamente el más cercano.
Un modelo que combina las dos tecnologías
El fabricante de balizas Ocean Signal lanza la RescueME PLB3, un modelo que incorpora ambas tecnologías: PLB y MOB AIS. Dado su tamaño, se trata de un modelo que también cabe en un chaleco salvavidas, pero que combina un mensaje de socorro global y local en la misma baliza.
Más largo
Es cierto que esta baliza es el doble de larga que un modelo sencillo, pero permite combinar 2 modos de búsqueda para garantizar un aumento considerable de las posibilidades y la rapidez del rescate. Mide 20 x 3,6 cm y pesa sólo 190 g.
Conectable a un teléfono móvil
La tecnología NFC (Near Field Communication) está ahora integrada en la baliza, lo que permite una interacción simplificada y eficaz entre la baliza y un teléfono móvil. Esta innovación facilita el acceso a datos esenciales. Con sólo acercar su teléfono a una baliza, los usuarios activan automáticamente la aplicación Ocean Signal Product App. Esta interacción rápida e intuitiva abre la puerta a una serie de datos de uso. La información crucial incluye la duración actual de la batería de la baliza, el número de autocomprobaciones realizadas y el número de pruebas GNSS efectuadas. Además, si la baliza se ha activado, también se puede consultar la duración de la activación.
Los usuarios tienen acceso a información detallada sobre cada autocomprobación y prueba GNSS realizada por la baliza, con posicionamiento en un mapa que especifica la ubicación exacta de la prueba, la fecha y hora en que se realizó, el tiempo que tardó la baliza en obtener una posición en coordenadas GNSS, el número de satélites utilizados para esta adquisición y la precisión de la ubicación obtenida.
Una función EPIRB tranquilizadora
Esta baliza también dispone de una función RLS (Return Link Service). Una luz azul en la baliza indica que la señal de socorro ha sido recibida por los servicios de emergencia. De este modo, el náufrago sabe que se ha tenido en cuenta su situación de socorro. Esto es tranquilizador cuando estás flotando solo en el agua.
¡Una respuesta inmediata a la señal de socorro!
Para nuestras pruebas, manejamos la baliza en un puerto del norte de Bretaña. La activamos accidentalmente tras configurarla con el MMSI de nuestro barco. Rápidamente, recibimos una llamada de CROSS en VHF pidiéndonos que nos identificáramos y justificáramos. Sin embargo, nuestra señal sólo se transmitió durante unos segundos, tiempo suficiente para que nos diéramos cuenta de nuestro error y desactiváramos la baliza. La tranquilizadora respuesta de las autoridades demostró que el dispositivo funcionaba perfectamente y que se estaba actuando con rapidez en nuestras costas.
La seguridad tiene un precio
Este modelo también es más caro que una simple baliza, ya que cuesta 639 euros. Es más o menos el mismo precio que una PLB más un MOB AIS. De hecho, de la misma marca, una PLB simple cuesta 389 euros y el MOB AIS, 369 euros. Pero, ¿qué precio le ponemos a la seguridad?
