Yamaha, como todos los demás fabricantes de motores del mundo, está comprometida con la transición energética. Aunque el fabricante japonés de motores acaba de finalizar la adquisición del fabricante alemán de motores eléctricos Torqeedo, prosigue sus esfuerzos en otra dirección: el hidrógeno.
La navegación de recreo representa menos del 0,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte
Aunque la motorización eléctrica es una forma de reducir las emisiones contaminantes, esta tecnología tampoco es una solución milagrosa. El hidrógeno, por su parte, aún tiene muchos retos que superar, pero la tecnología sigue siendo prometedora.

Yamaha parece convencida de ello, ya que en el reciente Salón Náutico de Miami presentó el primer prototipo mundial de motor fueraborda propulsado por hidrógeno.

En la actualidad, la náutica de recreo representa menos del 0,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte, el 0,7% de las emisiones de CO2 del transporte en EE.UU. y el 0,4% de las emisiones de CO2 del transporte en Europa. En 20 años, las emisiones contaminantes de las embarcaciones de recreo en EE.UU. se han reducido en más de un 90%.
Son cifras alentadoras, pero no impiden mirar al futuro y seguir reduciendo las emisiones contaminantes.
Neutralidad de carbono en 2035
Además, según un reciente estudio del ICOMIA, parece cada vez más claro que la neutralidad de carbono se conseguirá con varias tecnologías, no sólo con una. Yamaha se ha comprometido a lograr la neutralidad de carbono en 2035 para sus operaciones, y a que sus productos la alcancen en 2050. Con esto en mente, la empresa japonesa se está embarcando en la energía eléctrica al tiempo que explora las posibilidades del hidrógeno. El fabricante de motores tampoco tiene intención de abandonar los motores de combustión, sino que se está centrando en el desarrollo de combustibles sostenibles.

Para producir este prototipo, Yamaha se ha asociado con Roush, una empresa de ingeniería muy reputada en los campos aeroespacial, de defensa y de parques de atracciones, así como de hidrógeno. Matt Van Benschoten, Vicepresidente de Ingeniería Avanzada de Roush, dijo: "La historia de Roush en el hidrógeno abarca desde los récords de velocidad hasta las naves espaciales. Gran parte de los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de los años se aplican ahora directamente a este proyecto de Yamaha."
Primeras pruebas en verano de 2024
Para presentar un proyecto completo, Yamaha también se asoció con Regulator Marine, un constructor de barcos de pesca deportiva con sede en Edenton, Carolina del Norte. Regulator construyó un casco basado en el 26XO y lo modificó para alojar los tres depósitos de hidrógeno necesarios para alimentar el motor fueraborda. Al final, la mayor parte del espacio bajo cubierta se utiliza para los depósitos. Aún no se han dado a conocer las cifras de peso.

Por desgracia, Yamaha no ha querido revelar más detalles ni especificaciones, empezando por la potencia del motor. Quizá sepamos más cuando se realicen las primeras pruebas en el verano de 2024.