El puente de Tersac, que cruza el Canal Latéral à la Garonne a la altura de Meilhan-sur-Garonne, aguas abajo de Marmande, corre peligro de derrumbarse tras los graves daños causados por la caída de un árbol durante una tormenta en febrero de 2024. Esta situación no sólo paraliza la navegación, sino también el paso terrestre de coches, ciclistas y peatones. Las autoridades locales de Val de Garonne y Voies Navigables de France (VNF) se enfrentan a un complejo dilema.
Daños irreversibles
" Es un puente viejo. El árbol cayó sobre un arco y torció el tablero ", explica Michel Lapouyalere, de VNF. El incidente llevó a una conclusión unánime: la necesidad de demoler el puente. Los primeros análisis confirmaron que la estructura no podía salvarse, lo que anunciaba un proyecto de deconstrucción y reconstrucción.
2 opciones consideradas
Dos escenarios son posibles. La primera es consolidar temporalmente el puente para permitir la rápida reapertura del canal, seguida de su demolición durante un periodo de menor actividad fluvial. Aunque sería una solución rápida, no parece que se haya optado por ella en la actualidad. La segunda opción es demoler el puente para evitar más riesgos. Esta solución parece la más probable, aunque prolongaría el cierre del canal durante mucho tiempo.
Complejidad técnica y coordinación
La demolición debe realizarse con cuidado. " El canal debe drenarse y mantenerse seco para no dañar el limo que lo sella con los escombros del puente ", afirma Michel Lapouyalere. Esta compleja operación requiere la coordinación entre diversos agentes, incluidos los servicios públicos y las compañías de seguros, para determinar las responsabilidades y planificar los trabajos. Las redes de agua y electricidad también atraviesan el puente.
Un quebradero de cabeza para los responsables
El puente de Tersac es un quebradero de cabeza para las autoridades y los ingenieros. La decisión de demoler y reconstruir esta infraestructura exige una cuidadosa consideración de las implicaciones a corto y largo plazo para la región. Hay mucho en juego, no sólo por la seguridad de los usuarios, sino también por el impacto en el turismo local.
Rehenes de navegantes
Si se ha propuesto una exención para que un velero pase bajo el puente en marzo esta solución no se repetirá. Por el momento, la navegación está irremediablemente cerrada entre las esclusas 46 y 47. Un escueto comunicado de prensa de VNF anuncia: " Se invita a las embarcaciones bloqueadas a elegir otra ruta o a considerar un traslado por carretera para cruzar el tramo 47 del Canal Latéral à la Garonne, bajo la estricta responsabilidad de los propietarios de las embarcaciones. "Es difícil imaginar una ruta a través de Gibraltar cuando se navega en un barco homologado para el transporte por vías navegables interiores... En cuanto al transporte por carretera, seguro que es caro para los propietarios.
Esperemos que las obras no tarden mucho en salir, que se inicien rápido y que no retengan demasiado tiempo a los usuarios del río. Sin embargo, parece que la temporada de verano de 2024 puede estar en peligro...