Importantes daños en la válvula de la presa de Moulin du Boël
A finales de enero de 2024, la Autoridad del Canal de Bretaña detectó daños importantes en la compuerta de la presa de Moulin du Boël, en Bruz, cerca de Rennes. Este equipamiento esencial, de 32 metros de longitud, regula el nivel de las aguas del Vilaine, haciendo posible la navegación fluvial. Sin embargo, se ha observado una importante torsión de la presa, lo que impide el buen funcionamiento de la compuerta y el mantenimiento del nivel de agua necesario para la navegación. Según la región, "la a compuerta dañada impide que se eleve completamente y que se mantenga el nivel del agua para la navegación ".
Suspensión de la navegación entre Saint-Malo y Arzal
Con la presa bajo el agua, los primeros intentos de reparación resultaron infructuosos. Para evitar cualquier riesgo de nuevos daños, la región de Bretaña ha decidido " poner la válvula en posición de seguridad "Esto se conseguirá rebajándola completamente, y bajando así el nivel en el tramo. Las obras de sustitución, que incluyen la instalación de dos nuevas compuertas, están previstas entre abril y octubre de 2025. Durante este periodo, y hasta que se reanude la temporada de navegación en la primavera de 2026, la navegación entre la esclusa de Pont-Réan y el molino de Boël será imposible. Esta interrupción afecta directamente al enlace fluvial entre Saint-Malo y Arzal, haciendo intransitable la travesía para todos los barcos en este tramo de tres kilómetros... a menos que sean transportados por tierra.
Una gran inversión para un gran proyecto
La sustitución de la compuerta de la presa de Moulin du Boël representa una inversión de 4,5 millones de euros. La región de Bretaña, que gestiona las vías navegables de su demarcación, había previsto estas obras e iniciado los estudios a principios de 2023 para preparar la operación, que se encargó a una empresa consultora en octubre de 2023. Pero como explica David Moy, Director de los Canales de Bretaña, " en cuanto el trabajo se realiza en un entorno húmedo, el coste se multiplica ". A la espera de la finalización de estos trabajos, la compuerta dañada debe bajarse como medida de precaución para evitar que se rompa completamente, lo que provocaría una importante bajada del nivel del agua en el tramo afectado, imposibilitando la navegación.
Una situación preocupante para navegantes y profesionales de la náutica
La situación preocupa a los navegantes de recreo y profesionales de la náutica que utilizan esta vía navegable. La decisión de suspender la navegación hasta 2026 supone un duro golpe para el impulso del turismo fluvial en Bretaña, que ha experimentado un auge en los últimos años. La perspectiva de una reanudación en 2026 debería permitir relanzar las actividades fluviales en mejores condiciones, reforzando así el atractivo de este enlace Mancha-Océano en los años venideros.
Con el bloqueo del enlace Atlántico-Mediterráneo tras el derrumbamiento de un puente en el Canal Latéral à la Garonne no cabe duda de que el verano de 2024 no será festivo para los navegantes que deseen utilizar las vías navegables para volver al mar.