Una estructura innovadora y minimalista

El faro de Ylliam, de 21 metros de altura, tiene un diseño ligero y moderno. Su estructura metálica está sostenida por finos cables que preservan la vista del puerto, al tiempo que proporcionan una presencia distintiva de día y de noche. A diferencia del faro de Pâquis, no será posible subir hasta él, ya que su linterna será móvil y se bajará para facilitar el mantenimiento. Este enfoque técnico aligera aún más la arquitectura y responde a las exigencias del paisaje portuario.
Un proyecto nacido de la necesidad

La idea del faro surgió de un paisajista que señaló la falta de visibilidad del nuevo muelle, sobre todo de noche. La Société Nautique de Genève convocó entonces un concurso de arquitectura, que ganó BUREAU, para proponer una solución integrada y discreta. El objetivo era proporcionar un punto de referencia visual sin imponer una estructura masiva en el paisaje.
Financiación privada e impacto limitado

Se calcula que el proyecto costará unos 2 millones de francos suizos, financiados íntegramente por patrocinadores que desean permanecer en el anonimato. Para minimizar su impacto en el medio ambiente y el paisaje, la construcción también incluye el refuerzo de la escollera al final del rompeolas, mejorando la visibilidad del espigón incluso a plena luz del día.
Un nuevo icono para el Puerto de Ginebra

Con la próxima puesta en servicio del faro Ylliam, el puerto de Ginebra adquiere una nueva firma luminosa. Este "micromonumento", como lo llaman sus diseñadores, combina funcionalidad y estética, integrándose armoniosamente en el perfil de Ginebra. Su instalación responde a una voluntad de modernización que respeta el patrimonio y responde a las necesidades de los usuarios del puerto y de los aficionados a la vela.