Mientras esperamos un poco a la flota de patrones de la Vendée Globe 2020, propongo una breve escala en la costa de Sudamérica, frente a Punta del Este, en Uruguay.
Esta pequeña isla está situada en la orilla norte de la desembocadura del Río de la Plata, frente al balneario de Punta del Este, estamos a las puertas de Montevideo y Buenos Aires.
En octubre de 1515, Juan Díaz de Solís, navegante portugués al servicio de la corona española, inició la exploración de las costas de Sudamérica al frente de una flotilla de tres barcos y 70 hombres. En febrero de 1516, descubrió esta pequeña isla que marca la entrada a una gran bahía, nombrando a la primera "San Sebastián de Cádiz" y a la segunda "Río de la Plata". A la cabeza de un grupo más pequeño, entra en el estuario que se abre ante él hasta la confluencia de los dos ríos, el Río Urugay y el Río Paraná. Al pisar tierra para explorar las orillas, la pequeña tropa es atacada por una tribu de nativos, guaraníes o charrúas según los historiadores. Algunos supervivientes lograron escapar y sólo dos barcos regresaron a Sevilla en septiembre de 1516. La pequeña isla de Lobos fue visitada por un navegante veneciano en 1527, Magallanes, Francis Drake y Charles Darwin habrían hecho una rápida escala allí.
Las 43,5 hectáreas de la isla albergan ahora una gran colonia de leones y lobos marinos y forman parte de la Reserva Natural de las Islas del Litoral de Uruguay.
Al ser testigo de numerosos naufragios, se decidió la construcción de un faro en 1858. La torre, renovada en 1906 y de 59 metros de altura, es una de las más altas de Sudamérica. Ahora está automatizado.
