Los atascos de hielo -cúmulos de residuos flotantes que obstruyen las vías navegables- son un problema recurrente para muchos navegantes de recreo, sobre todo en ríos y canales y cuando navegan por vías navegables interiores. Aunque su gestión puede parecer compleja, hay soluciones que pueden adaptarse para evitar los riesgos que plantean, preservando al mismo tiempo la seguridad de los navegantes. ¿Qué debe hacer cuando un atasco de hielo se interpone en su camino? ¿Es mejor intervenir por su cuenta o llamar a las autoridades? He aquí respuestas detalladas a preguntas frecuentes de los navegantes.
Un fenómeno natural, pero no exento de riesgos
Los diques de troncos, formados por ramas, troncos de árboles y otros restos vegetales, forman parte inevitable del paisaje fluvial. Aunque a menudo se forman de forma natural, agravados por inundaciones o tormentas, su impacto es cada vez más importante ante fenómenos meteorológicos extremos.
Estos obstáculos no sólo pueden dañar las embarcaciones, en particular las hélices, los timones y los cascos, sino también perturbar considerablemente la navegación, sobre todo de las embarcaciones pequeñas como kayaks, canoas o incluso embarcaciones de poco calado, en pasos estrechos o en aguas tranquilas.
La seguridad ante todo: no actúe solo
Muchos navegantes se hacen la misma pregunta: "¿Qué debo hacer si un atasco de hielo bloquea completamente la vía? la respuesta es clara: no intente despejar el atasco por su cuenta, sino que informe del obstáculo a VNF a través de sus canales específicos para que pueda intervenir un equipo especializado. VNF dispone de brigadas especializadas con empujadores y grúas para despejar los grandes obstáculos que impiden la navegación. Estos equipos intervienen sobre todo en zonas de mucho tráfico o cerca de presas, esclusas y otros puntos sensibles.
Ante los mayores atascos de troncos, sobre todo después de una inundación o cuando se han acumulado objetos flotantes, se recomienda encarecidamente no actuar solo. Estos obstáculos pueden ser a veces difíciles de ver y peligrosos, sobre todo si los troncos están parcialmente sumergidos, lo que dificulta evaluar su tamaño y posición. En tales casos, ponerse en contacto con las autoridades es la mejor opción.
¿Cuándo puedo actuar yo mismo?
Si el atasco es menor y no supone un peligro inmediato, algunas operaciones pueden llevarse a cabo sin mayor riesgo, siempre que se sigan algunas reglas sencillas. Armado con una piqueta o una cuerda resistente, puedes intentar despejar un montón de ramas o pequeños troncos que obstruya parcialmente el camino. Esta práctica, sugerida como método de "primeros auxilios", permite restablecer rápidamente la circulación sin demasiado esfuerzo. Este trabajo debe realizarse siempre en zonas seguras, tomando todas las precauciones necesarias.
Sobre todo, nunca intentes liberar un obstáculo saltando al agua, aunque los restos parezcan fácilmente desplazables. Cuando se desplaza un obstáculo, la corriente puede ejercer una presión repentina que puede arrastrar a la persona bajo el agua. Esto podría provocar un riesgo de ahogamiento, sobre todo si la persona queda atrapada en una corriente fuerte.
Prevenir antes que curar: buenas prácticas
La prevención es esencial para evitar que los atascos de hielo obstruyan la navegación. Unos sencillos pasos pueden minimizar el riesgo de encuentros desafortunados:
- Consulta los boletines de navegación: antes de salir, infórmate sobre las zonas con riesgo de atascos de hielo indicadas por VNF.
- Observa el estado del agua: el agua turbia o tranquila puede ocultar objetos bajo la superficie.
- Evite las zonas con fuertes corrientes, que favorecen la acumulación de escombros, sobre todo después de las inundaciones.
- Reduzca la velocidad en zonas sospechosas: reduzca la velocidad para evitar un impacto repentino si se encuentra con un obstáculo bajo el agua.
VNF: un actor clave en la gestión de atascos
Voies Navigables de France (VNF) desempeña un papel fundamental en la gestión de estos obstáculos, con una vigilancia regular de las vías navegables e intervenciones ocasionales, principalmente durante el periodo invernal, cuando los atascos se agravan por la formación de hielo. Según la gravedad de la obstrucción, algunas regiones pueden incluso prohibir temporalmente la navegación o recurrir a rompehielos para despejar los canales.
La aplicación "Vigicrue" permite seguir las alertas de inundaciones y atascos de hielo e identificar las zonas de riesgo. Además, puede llamar al número de emergencia VNF, 0800 863 000, para informar de obstáculos o de cualquier situación que requiera una intervención rápida. Estas herramientas son esenciales para garantizar una respuesta rápida y eficaz a los atascos de hielo.
Los embalsamientos de hielo no sólo son un problema para los navegantes de recreo, sino también para los ecosistemas fluviales. Por ello, su gestión requiere una estrecha colaboración entre las autoridades, los profesionales y los navegantes. Informando de los obstáculos y comportándose de forma responsable, contribuye a preservar la biodiversidad fluvial y a garantizar la seguridad de nuestras vías navegables.