Remolques de barcos para transporte por carretera
Un remolque para embarcaciones es un equipo esencial para transportar una embarcación por tierra. Diseñado para engancharse a un vehículo, el remolque permite trasladar la embarcación desde su lugar de almacenamiento hasta la rampa para embarcaciones. Los remolques son robustos, están equipados con ruedas aptas para cargas pesadas y suelen llevar sistemas de frenado para mayor seguridad.
Hay remolques de distintos tamaños y configuraciones para adaptarse a diferentes tipos de embarcaciones. Están equipados con rodillos o cunas que sujetan el casco de la embarcación y facilitan la carga y descarga. También incluyen dispositivos de seguridad como correas y cabrestantes para mantener la embarcación en su sitio durante el transporte.

El carro de varada, un equipo específico
A diferencia del remolque, el carro de varada está diseñado específicamente para botar y recoger embarcaciones del agua. Utilizada principalmente en puertos y marinas, permite desplazar embarcaciones en distancias cortas entre el muelle y el agua, siempre remolcadas por un vehículo. La plataforma rodante suele ser más ligera y compacta que un remolque, lo que la hace más práctica para su uso en espacios reducidos.
El carro de varada está equipado con rodillos robustos y soportes ajustables para adaptarse a diferentes cascos. Su diseño simplificado facilita su manejo por una o dos personas. Suele ser útil para los navegantes que botan con frecuencia sus embarcaciones desde rampas para botes o utilizan entradas privadas.

Remolque o carro, una cuestión de seguridad
La seguridad es un factor crucial a la hora de elegir entre un remolque y un carro de varada. Los remolques están homologados para circular por la vía pública. Tienen un permiso de circulación y deben cumplir normas estrictas, sobre todo en materia de frenado, alumbrado y señalización. Todo remolque que pese más de 750 kilos debe tener su propio sistema de frenado, lo que garantiza una seguridad óptima en carretera.
El carro de varada, por su parte, no está diseñado para su uso en vías públicas. Está pensado para su uso en carreteras privadas o rampas para embarcaciones, donde se aplican las normas de tráfico locales. No dispone de permiso de circulación y no cumple los mismos criterios de seguridad que un remolque.
Uso y practicidad: ¿cuándo utilizar uno u otro?
El uso de uno u otro de estos equipos depende de las necesidades específicas del navegante. Si necesita transportar su embarcación largas distancias por carretera, un remolque es esencial. Ofrece estabilidad, seguridad y facilidad de transporte en rutas que suelen ser largas y sinuosas.
En cambio, para botaduras frecuentes en distancias cortas, el carro de varada es más práctico. Le permite botar rápidamente y sin esfuerzo, por lo que es ideal para embarcaciones pequeñas como botes auxiliares, pequeñas canoas y otras embarcaciones semirrígidas. Además, el carro puede dejarse en su sitio para el siguiente uso.

Normas y homologaciones, un punto crucial
Los remolques de embarcaciones deben cumplir normas estrictas para circular por la vía pública. Deben estar equipados con un sistema de frenado independiente, un sistema de alumbrado, guardabarros y reflectores. Estas características no sólo garantizan la seguridad de la embarcación y el vehículo tractor, sino también la de los demás usuarios de la carretera.
En cambio, los carros de varada son equipos simplificados. Están equipados con un cabrestante para elevar la embarcación, rodillos para colocarla y una cabeza de acoplamiento para unirlos al vehículo tractor. También pueden tener puntos de anclaje para asegurar la embarcación cuando se lanza. Sin embargo, no disponen de las características de seguridad de los remolques homologados, por lo que no son aptos para circular por la vía pública.