Cuando se compra una embarcación transportable de segunda mano, a menudo se piensa en ella como un paquete compuesto por el casco, el motor y el remolque. Pero si el vendedor considera, con razón, que estos tres elementos van parejos, no necesariamente le interesa comprarlos juntos. No todos envejecen de la misma manera, y puede que quieras considerar un equipamiento moderno para al menos algunos de ellos.
Poco riesgo para el casco
Salvo contadas excepciones, es poco probable que el casco de una embarcación transportable de poliéster sufra daños irreversibles. Incluso si no es el más nuevo, un lavado a alta presión seguido de un pulido con gel-coat le devolverá un aspecto presentable, aunque ello implique sustituir los accesorios que necesiten modernizarse. Así que esta parte es la que está en el centro de tu compra.

Mecánica actualizada
Un motor de segunda mano no siempre es una ganga, no sólo por su estado de desgaste, sino también porque la tecnología y el uso han cambiado. Ya no se fabrican motores de 2 tiempos que echan humo y queman aceite. Incluso las tecnologías más recientes pueden ser demasiado potentes u obsoletas en relación con nuestros usos modernos. Por último, es posible que también desee un propulsor eléctrico para su embarcación, aunque sea antigua. La presencia de un motor en el conjunto no es necesariamente una ventaja.


Un remolque fiable
Los remolques de cierta antigüedad han sufrido a menudo la alternancia de inmersiones en agua salada y largos periodos de inactividad. Es muy raro que todo funcione: los frenos pueden estar agarrotados, los rodamientos cansados o los neumáticos resecos por años de sal y sol... Lo más sensato, para no temblar en cada viaje, sería plantearse adquirir un modelo moderno, o al menos sustituir el eje, el cabezal y, sin duda, el cabrestante...

Negociar sobre el eslabón más débil
Estos componentes mecánicos suponen una gran parte del presupuesto y son el principal riesgo de avería y decepción. Si no puede comprar el barco sin estos componentes, averigüe cuánto costaría sustituirlos y considere la posibilidad de revender algunos de ellos. Sobre todo, evita pagar de más por un paquete con un componente dudoso sólo porque esté completo.

Evidentemente, es mejor comprar un casco que se pueda completar con equipos actualizados que cumplan las normas vigentes, que un conjunto completo formado por componentes obsoletos, aunque sigan funcionando.

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