Pesca para el autoabastecimiento
Los orígenes del Rapala se remontan a los años treinta. Toivo Pylväläinen era un trabajador manual finlandés que vendía su fuerza en las grandes obras del país. Pero un día, cuando la camarera de la cantina se queda embarazada, le dicen que asuma su responsabilidad y se case. Nadie sabe si era el padre o no, pero desaparece en la noche y vuelve a vagar por las obras. Finalmente, se aísla en la isla de Koreakoivu, en medio del lago Päijänne. Solo entre los "bonitos abedules" que dan nombre a la isla, se le conoce como el ermitaño de Koreakoivu.
Para sobrevivir, Toivo pesca desde su barca de remos. Construyó sus propios señuelos y se convirtió en un maestro del arte, probándolos al curricán detrás de su barca. Después de tallarlos en madera a la luz de las velas y vestirlos con corteza, los pinta y utiliza varios trucos para que se parezcan lo más posible a un pez, utilizando película de celuloide para darles un aspecto brillante y translúcido.
Después de las pruebas detrás del barco, Toivo se quedó con los mejores señuelos para él y algunos especialistas y se fue al mercado de la ciudad más cercana, a casi 8 kilómetros en barco, ¡para vender los demás!

Rapala, de la pesca a la venta de señuelos
También pescador de caña en el lago Päijänne, Lauri Rapala lucha por alimentar a su familia con su pesca. Al principio pescaba con cebo vivo, pero vio el éxito de los señuelos de Toivo Pylväläinen y éste le enseñó sus métodos. En 1936 creó su primer señuelo con corcho y un cuchillo. Desarrolló aún más sus señuelos, en particular utilizando negativos fotográficos fundidos para dar una representación más realista de los peces. Pero, sobre todo, se convirtió en un maestro en equilibrar el señuelo para que reprodujera los movimientos de los peces heridos, que atraían a sus depredadores. Se dio cuenta de que vender señuelos era una forma más segura de ganarse la vida que pescar, y lo convirtió en su profesión.

De señuelo finlandés a marca icónica de pesca ¡con la ayuda de Marilyn Monroe!
Rapala empezó a comercializar sus señuelos a nivel local y en los pueblos cercanos al lago Päijänne, antes de ser revendidos por una empresa de Helsinki. Los señuelos Rapala fueron vistos por turistas internacionales en los Juegos Olímpicos de Verano celebrados en Helsinki en 1952. Las primeras exportaciones fueron a Suecia y Noruega en 1955 y 1956, antes de que Estados Unidos se convirtiera en un mercado importante.
La distribución en Estados Unidos comenzó como una empresa conjunta con el fabricante local de aparejos de pesca Ron Weber y su socio Raymond Weber. Pero fue una asombrosa coincidencia la que lanzó el inicio de la historia de éxito mundial. El 17 de agosto de 1962, Rapala compró una página de publicidad en la famosa revista Vogue. Poco sabían que la portada, dedicada a la muerte de Marilyn Monroe, convertiría este número en el más distribuido de la revista.

La trayectoria de la empresa familiar dio entonces un giro. A la primera fábrica finlandesa en Vääksy, cerca del histórico lago, le siguió rápidamente una segunda en Riihilahti en 1963.
En 1974, Lauri Rapala falleció y la empresa pasó a manos de sus tres hijos. Los nuevos señuelos impulsaron el crecimiento y en los años 90 los inversores se unieron a la familia, mientras que una serie de adquisiciones de fabricantes y distribuidores de aparejos de pesca convirtieron a Rapala en una de las mayores empresas del sector.

Presente en 140 países, Rapala pretendía vender en 2024 20 millones de señuelos al año.