Lanzado en 2012, el trimarán Adastra sacudió los códigos de los superyates al fusionar un diseño audaz, un rendimiento excepcional y una tecnología de vanguardia. Diseñado por el arquitecto naval John Shuttleworth y construido por McConaghy Boats en su fábrica de Zhuhai (China), este yate de 140 pies (42,50 metros) fue, en su momento, un auténtico manifiesto de innovación náutica.
Diseño futurista e innovador
El Adastra no pasa desapercibido. Su silueta distintiva, con sus tres cascos ahusados, le confiere un aspecto radicalmente distinto del de los yates tradicionales. Con una eslora de 42,50 metros y una manga de 16 metros, sus atípicas proporciones reducen la resistencia aerodinámica y optimizan su rendimiento a altas velocidades. El yate se ha construido con materiales ultraligeros, como fibra de carbono para la superestructura y un núcleo de nido de abeja Nomex, para mantener la rigidez sin sobrecargar el barco.
El casco, fabricado con un sándwich de espuma de vidrio y Kevlar, proporciona una resistencia adicional al tiempo que minimiza el peso. Esta elección técnica garantiza unas prestaciones excepcionales. El diseño del trimado del Adastra ha sido pensado para garantizar una navegación suave y estable, incluso en condiciones de mar difíciles.
Rendimiento impresionante
El Adastra no es sólo una obra maestra visual; sobre todo está diseñado para ofrecer buenas prestaciones. Su motor principal, un Caterpillar C18 de 1.150 caballos, le confiere una velocidad de crucero de 16 nudos y una velocidad máxima de 23 nudos.
Gracias a su consumo de combustible extraordinariamente bajo, inferior a 25 litros por hora a velocidad de crucero, puede recorrer más de 10.000 millas náuticas sin necesidad de repostar: una ventaja para las travesías oceánicas. El bajo consumo de combustible es posible gracias a unos cascos optimizados y a un eficiente sistema de propulsión que maximiza la autonomía sin sacrificar las prestaciones.
Interiores dignos de los mejores yates
En el interior, el Adastra tampoco se queda atrás. Diseñado para alojar hasta 9 pasajeros además de los 6 miembros de la tripulación, el yate cuenta con un espacioso salón con impresionantes vistas panorámicas al océano, así como un comedor ultramoderno y un puesto de mando. La distribución interior de planta abierta se ha diseñado para maximizar el espacio al tiempo que ofrece un confort de alta gama.
El camarote del armador, situado en la popa del trimarán, es un remanso de paz, mientras que los dos camarotes de invitados ofrecen un alojamiento confortable para la familia del armador o sus invitados. El alojamiento de la tripulación, situado cerca del compartimento del motor, optimiza el uso del espacio y mejora la funcionalidad de todas las zonas a bordo.
Innovaciones prácticas y accesibilidad
Además de sus prestaciones y su diseño, el Adastra cuenta con numerosas innovaciones prácticas. Una de las más impresionantes es el espejo de popa transformable en plataforma de baño: una ingeniosa solución que transforma el espacio de popa en una terraza flotante para disfrutar al máximo de los placeres del mar.
El sistema de anclaje es otra característica única. Se basa en tres anclas, todas accionadas por cabrestantes de tambor de fibra de carbono y controladas por un sistema hidráulico. El ancla principal, un ancla Bruce de 130 kg, se despliega desde estribor. El ancla de proa, de 80 kg, se despliega desde la proa mediante un brazo de fibra de carbono, mientras que la tercera, de 60 kg, se despliega desde el brazo de babor y se utiliza como ancla de popa.
La aerodinámica y la hidrodinámica del yate se han diseñado meticulosamente para minimizar la resistencia al aire y al agua, lo que permite al trimarán navegar con una eficiencia óptima. Para garantizar la funcionalidad de este concepto como yate de lujo, se han llevado a cabo investigaciones en profundidad sobre la estabilidad y el confort en el mar, específicamente adaptadas a este tipo de embarcación. Para evaluar el rendimiento y la estabilidad se realizaron pruebas en piscina y ensayos en olas con modelos controlados por radio. Estos análisis condujeron a la optimización de la altura de los flotadores (estabilizadores) para facilitar los movimientos en el mar.
Combinando rendimiento, innovación y lujo, el Adastra es hoy un modelo impresionante en su categoría: una referencia que marcó la evolución de la náutica de lujo en su momento. Con un precio estimado de 10 millones de dólares y unos costes de explotación anuales cercanos al millón, McConaghy Boats y el arquitecto naval John Shuttleworth reinventaron el concepto mismo de yate de lujo.