Cuando echamos el ancla, pensamos ante todo en la seguridad del amarre. Sin embargo, bajo la superficie, este gesto inofensivo puede causar daños considerables a ecosistemas frágiles. Praderas de posidonia arrancadas, arrecifes de coral rotos, fauna marina perturbada... El impacto del fondeo en los fondos marinos es una realidad que los navegantes a veces desconocen. Afortunadamente, existen soluciones para limitar estos efectos y adoptar un modo de navegación más respetuoso.
Para saber más sobre lo que está en juego y cuáles son las buenas prácticas, hemos entrevistado a Evelyne Chavent, bióloga marina y especialista en hábitats submarinos. Basándose en los conocimientos que ha adquirido a lo largo de los años sobre el terreno, nos da algunas soluciones prácticas para preservar los océanos sin dejar de disfrutar de la navegación.

P : Evelyne, ¿por qué el anclaje de los barcos puede ser una amenaza para los fondos marinos?
Evelyne Chavent el anclaje puede causar daños considerables, sobre todo en las praderas de Posidonia, que desempeñan un papel esencial en la oxigenación y estabilización de los suelos marinos. La caída de un ancla puede arrancar hojas e incluso desenterrar raíces enteras. Si a esto se añade el efecto segador que provoca la cadena al rastrillar el fondo marino, el resultado es la destrucción progresiva de los hábitats marinos. Esto también provoca la propagación de especies invasoras (algas Caulerpa cylindracea), que impiden cualquier recolonización por parte de la Posidonia.
P: ¿Qué ecosistemas se ven más afectados?
Evelyne Chavent las praderas de posidonia son especialmente vulnerables. En el Mediterráneo, ya han perdido casi el 34% de su superficie en 50 años. Estas praderas submarinas, que producen diariamente entre 14 y 20 litros de oxígeno por metro cuadrado, son vitales para el ecosistema marino. Los arrecifes de coral también están muy expuestos: un ancla mal colocada puede destrozar colonias enteras, poniendo en peligro su regeneración.
Estas pérdidas tienen un impacto directo en la biodiversidad, amenazando a muchas especies que dependen de estos hábitats.

P : ¿Podemos seguir mojando sin afectar al medio ambiente?
Evelyne Chavent : Sí, pero es esencial adoptar prácticas responsables. Por ejemplo, anclar en un fondo arenoso evita destruir las praderas marinas. También conviene informarse de la normativa local, o utilizar una cuerda para izar bien el ancla y evitar arrastrarla. Algunas zonas prohíben ahora fondear en praderas marinas, una medida que se está generalizando.
P : ¿Cuáles son las soluciones innovadoras que hacen que el fondeo sea más respetuoso con el medio ambiente?
Evelyne Chavent hay varias alternativas interesantes:
- Los amarres ecológicos, fijados permanentemente a fondos arenosos o rocosos, permiten a los barcos atracar sin dañar los hábitats marinos.
- Boyas de amarre ecológicas, ya instaladas en varias zonas marinas protegidas. Permiten a los navegantes amarrar sin echar el ancla.
- Anclas de alto rendimiento (como los modelos Spade, Mantus o Rocna), diseñadas para limitar su impacto penetrando más eficazmente en la arena sin arar el fondo marino. También existe el sistema "Stop-Anchor". Se trata de una solución que puede instalarse en las anclas planas para favorecer un enterramiento rápido y estabilizado, reduciendo así los daños en el fondo marino.
- Tornillos de anclaje, que se han probado con éxito en determinadas zonas sensibles con gran afluencia de visitantes. Inspiradas en el principio de los tornillos de Arquímedes, estas estructuras se hunden profundamente en el sustrato sin alterar los hábitats marinos. Ofrecen un soporte excepcional al tiempo que limitan el impacto ecológico.

P : ¿Qué papel pueden desempeñar los marineros en la protección de los fondos marinos?
Evelyne Chavent los navegantes tienen un papel clave a la hora de incorporar estas buenas prácticas a su navegación. También pueden sensibilizar a su entorno, transmitir prácticas responsables a su tripulación y apoyar iniciativas locales para preservar zonas sensibles. Aceptar contribuir al mantenimiento de los amarres respetuosos con el medio ambiente es también una palanca importante para generalizar estas infraestructuras.
P: ¿Algún consejo final para los navegantes?
Evelyne Chavent en el mar, tomarse el tiempo de observar antes de echar el ancla es el primer paso. Siempre hay algo mágico que ver: aves, cetáceos, peces... y praderas marinas que preservar. Adoptando estos sencillos gestos, cada navegante puede convertirse en un agente del cambio.

Anclar su compromiso tanto como su barco
Preservar los fondos marinos es una responsabilidad colectiva que depende tanto de los avances tecnológicos como de las acciones cotidianas de los navegantes. Como nos recuerda Evelyne Chavent, cada ancla puede marcar la diferencia.
Favoreciendo prácticas respetuosas y apoyando soluciones alternativas, es posible conciliar el placer de navegar con la protección de los ecosistemas marinos.
Preparar su itinerario, elegir un fondeadero adecuado, informarse sobre la normativa local: todos estos son reflejos que, a largo plazo, contribuirán a preservar la riqueza y la biodiversidad de nuestros océanos.
"No heredamos el mar de nuestros antepasados, lo tomamos prestado de nuestros hijos" âeuros Antoine de Saint-Exupéry