Paneles solares para cruceros en alta mar: ¿por qué y cómo equipar su yate?

Los paneles solares florecen en las cubiertas de los veleros oceánicos, y no es una moda pasajera. En un momento en que la autosuficiencia, la eficiencia energética y la sobriedad ocupan un lugar central en nuestras elecciones de estilo de vida a largo plazo, es hora de hacer balance de esta fuente de energía limpia y silenciosa, que es más técnica de lo que parece.

Cuando se planifica un crucero largo, la cuestión de la energía se convierte en un tema central. ¿Cómo cubrir las necesidades del barco sin depender del motor o de un generador ruidoso y glotón? Los paneles solares se perfilan como una solución sostenible, adaptada a la vida independiente. Pero con tantos modelos diferentes, configuraciones de embarcación y necesidades individuales, hay un montón de buenas preguntas que hacerse. Este artículo ofrece respuestas pragmáticas, ideas y comentarios.

¿Por qué instalar paneles solares en los grandes cruceros?

La autonomía energética es una búsqueda común a todos los navegantes oceánicos. Los paneles solares nos permiten alimentar los sistemas esenciales (nevera, piloto automático, luces, instrumentos, recarga de aparatos) sin tener que arrancar el motor. También es una forma de respetar los lugares por los que pasamos: silencio a bordo, sin gases de escape, sin contaminación acústica en los fondeaderos.

¿La ventaja? Una fuente de energía gratuita una vez instalada, que no requiere un mantenimiento complejo y que funciona igual de bien en alta mar que en puerto. Para cualquiera que planee vivir a bordo durante varias semanas o incluso meses, es una inversión esencial.

Evalúe sus necesidades eléctricas a bordo

Antes de elegir tu instalación, debes conocer tu consumo medio diario. Un frigorífico, un desalinizador, iluminación LED, un piloto automático para la navegación, recarga de los instrumentos y del teléfono: todo esto puede sumar entre 100 y 300 Ah/día.

Para ello existen varias herramientas y tablas de cálculo. Lo mejor es dejar un margen para los días sin sol, sin dejar de ser realista en cuanto al consumo. Tus necesidades pueden cambiar sobre la marcha, así que es mejor sobredimensionar ligeramente desde el principio.

Por término medio, una familia en un crucero largo consume entre 80 y 150 Ah al día. Para este nivel de autonomía, necesitarás una instalación solar capaz de producir entre 500 y 800 Wp (vatios pico) al día, es decir, entre 3 y 5 paneles en función de la potencia de la unidad.

¿Qué tipo de panel debo elegir?

Existen tres tipos principales: rígidos (a menudo montados en un pórtico), flexibles (pegados a un bimini, capota o cubierta) y semiflexibles desmontables.

Los paneles rígidos suelen ofrecer mejores prestaciones y una vida útil más larga, pero requieren una estructura de fijación. Los paneles flexibles, en cambio, son fáciles de instalar sin taladrar, pero se desgastan más rápido y se calientan más. La elección depende del espacio disponible, su presupuesto y su calendario de navegación.

Por último, entre los paneles monocristalinos y los policristalinos, los monocristalinos ofrecen un mejor rendimiento en condiciones de poca luz: una ventaja en el mar.

¿Dónde y cómo deben instalarse?

El lugar de instalación influye mucho en el rendimiento. Un panel a la sombra de una botavara o una vela pierde rápidamente eficacia. El pórtico sigue siendo la solución más eficaz, con buena exposición y poco riesgo de sombreado. Se puede utilizar el bimini, la parte superior del capó o incluso la cubierta, pero con más compromisos.

También hay que pensar en la ventilación del panel: un panel que se caliente demasiado verá disminuir su rendimiento. Una instalación inclinable optimiza aún más el rendimiento, pero es más rara y más restrictiva cuando se navega.

Nota: ahora existen paneles solares bifaciales, capaces de captar la luz por ambos lados. En un velero, esto puede ser interesante si están elevados y expuestos a la reverberación (sobre todo en Polinesia o las Antillas). Su eficacia puede aumentar entre un 5 y un 15%, según el entorno.

El regulador adecuado y la compatibilidad de la batería

A menudo se recomienda un regulador solar MPPT (seguimiento del punto de máxima potencia) para maximizar el rendimiento. Adapta la tensión del panel a la de las baterías. Por el contrario, un regulador PWM (Pulse Width Modulation), más sencillo pero menos caro, se limita a reducir la tensión del panel al nivel de la tensión de la batería, con la consiguiente pérdida de rendimiento.

Compruebe que su banco de baterías (AGM, gel, litio) es compatible y tiene el tamaño correcto. Un buen campo solar no es nada sin las baterías adecuadas.

Comparación rápida

  • Monocristalino rígido
    Rendimiento: 4/5
    Coste (?/Wp): 1,2 a 2,5
    Instalación: arco o pórtico
    Durabilidad: 5/5
  • Monocristalino flexible
    Rendimiento: 3/5
    Coste (?/Wp): 2,5 a 4
    Instalación : Encolada o fija
    Durabilidad: 2/5
  • Rígido bifacial
    Rendimiento : 5/5
    Coste (?/Wp): 3 a 5
    Instalación : Arco sobre el agua
    Durabilidad: 4/5

Controladores :

  • PWM
    Eficacia: 2/5
    Precio orientativo: de 30 a 100 euros
    Recomendado para : Sistemas pequeños (menos de 100 Wp)
  • MPTT
    Rendimiento: 4/5
    Precio orientativo: de 80 a 300 euros
    Recomendado para: Instalaciones medianas y grandes

Consejos prácticos y comentarios

  • Limpia los paneles con regularidad: la sal, los excrementos y el polvo reducen su rendimiento.
  • Evite el sombreado parcial: una celda en sombra puede afectar a todo el panel.
  • Planifique un sistema de control sencillo para seguir la producción y ajustar su uso.

Muchos navegantes instalan muy pocas señales. En caso de duda, planifique con antelación. A menudo piensas que ya has tenido suficiente... hasta el primer fondeo prolongado en un día nublado.

Conclusión

Instalar paneles solares no es sólo un extra opcional cuando se navega: es la clave para un mayor confort, autonomía y tranquilidad. Con una instalación bien pensada, puede reducir su huella ecológica al tiempo que gana mayor libertad. Y si no está seguro del tamaño o de los productos, lo mejor es dejarse aconsejar: cada barco es único y cada tripulación tiene sus propias necesidades. Eso forma parte de la diversión de navegar: aprender a lidiar con los elementos.
Como nos recuerda Thomas Friedman

"El sol no nos pasa factura

Así que deberíamos aprovecharlo al máximo.

Más artículos sobre el tema