Gitana 18, un fresco flotante: entre líneas de fuerza y rostros de proa

Tras las puertas del astillero CDK de Lorient, Gitana 18 revela una colaboración única entre el arte y la náutica. Firmada por los artistas Florian y Michael Quistrebert y adaptada por Jean-Baptiste Epron, esta decoración transforma el Maxi Edmond de Rothschild en una auténtica obra de arte móvil sobre los mares.

Gitana 18, que se espera en el agua en otoño de 2025, marca una nueva etapa en la historia de los maxi-multicascos dedicados al vuelo. Pero más allá de su diseño arquitectónico, lo que llama la atención es su fuerte enfoque estético: una monumental obra pictórica fijada a todas sus superficies exteriores.

Un enfoque artístico integrado en el programa del barco

Cerca de 2.000 m2 de superficie pintada fueron confiados a los hermanos Quistrebert, figuras de la escena contemporánea francesa, para traducir visualmente la identidad de Gitana 18. Inspirado en rostros simbólicos, este fresco puntillista en blanco y negro combina un enfoque casi abstracto con los retos técnicos de un yate volador.

Las limitaciones de peso, resistencia a los rayos UV y durabilidad dictaron la elección de los pigmentos y las técnicas, llevadas a cabo por especialistas en pintura técnica naval. Es un enfoque comparable al del marouflage, adaptado a las limitaciones de las regatas oceánicas.

La obra como protección simbólica de la identidad

Haciéndose eco de las velas del Gitana 17 diseñado por Cleon Peterson, la nueva decoración incorpora un fuerte significado: una ola en expansión de la que emergen cinco rostros. Estos perfiles, que representan a Ariane de Rothschild y a sus hijas, confieren al barco una dimensión totémica, incluso protectora, al tiempo que continúan el compromiso artístico iniciado con el Palais de Tokyo.

Aplicación adaptada a las limitaciones de los multicascos voladores

Jean-Baptiste Epron, diseñador gráfico muy conocido en el mundo de las regatas oceánicas, tradujo la obra pictórica de Quistrebert y la integró en los cascos y las velas. Hubo que tener en cuenta las formas complejas, las deformaciones dinámicas bajo vela y la exposición constante a los elementos.

Los Ateliers d'Olivier, Decosail y Atelier-sur-Mer llevaron a cabo las distintas etapas de aplicación a los diferentes soportes, en un proceso coordinado con los equipos técnicos del Equipo Gitana. Cada panel fue verificado, probado y validado antes de su instalación.

Arte y tecnología: la misma exigencia de precisión

La decoración del Gitana 18 es mucho más que una simple librea. Ilustra la convergencia de dos mundos muy técnicos: el arte contemporáneo y el diseño naval. El puntillismo de las caras, que juega con las gradaciones de puntos, encaja con la estructura compuesta del multicasco y su piel de carbono.

La estética se convierte así en parte integrante del rendimiento global: legibilidad en el mar, reconocimiento inmediato, pero también efecto visual de velocidad y protección de la superficie.

Hacia una cultura de la vela como medio de expresión

Este nuevo proyecto confirma una tendencia más amplia: los barcos de carreras se están convirtiendo en vehículos de creación artística, con vistas a la mediación cultural. La asociación con el Palais de Tokyo se inscribe en esta dinámica de difusión del arte contemporáneo extramuros, en soportes móviles y públicos que surcan los mares.

Con esto en mente, Gitana 18 es tanto un yate de regatas como un manifiesto gráfico flotante.

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