Driven by the Wind: "Brasil merece la pena y los Doldrums son una gran experiencia"


En este vigésimo episodio de "Empujados por el viento", la tripulación del Maloya cruza el Atlántico para llegar a Brasil. El programa incluye una travesía de 10 días, un paso agitado por los Doldrums, pero sobre todo mucha emoción para todos

Se acabó Cabo Verde, ahora es el momento de que Sarah, Aurélien y Nael se vayan a Brasil. Para esta travesía -que calculan que durará 10 días- les acompaña otro velero, un Dufour 50, la única otra tripulación que ha llegado a Brasil.

Esta regata transatlántica representa un verdadero reto para los padres del joven Nael: mantener al bebé ocupado durante 10 días, gestionar un doldrums caprichoso con grandes chubascos y unos buenos 20 nudos, mantener la vigilancia incluso con mareos... "Brasil hay que ganárselo, y los bajones son toda una experiencia", dice Sarah.

Pero también es un símbolo, dejando el hemisferio norte, donde nació Aureliano, para unirse al hemisferio sur, donde nació Sara... A pesar del cansancio, de algunos sustos, de algunas noches deportivas, la vida a bordo continúa: noche de Navidad, apertura de regalos, siesta, reparaciones o pintura...

Y finalmente, tras 10 días de travesía, la regata transatlántica Pushed by the Wind llegó a su fin, arribando a Fernando de Noronha, un archipiélago brasileño en el Atlántico Sur. Una "primera gran etapa de su viaje, una experiencia realmente genial, con puestas de sol y noches estrelladas, con un paso por los Doldrums con vientos inestables", explica Sarah. Para Aurélien, cuyas primeras navegaciones se habían complicado debido al mareo, se trata de realizar "un sueño gestionado maravillosamente bien, con un bebé que florece a pesar del encierro".

En definitiva, la tripulación de Maloya es feliz y sólo tiene un deseo, ¡continuar su larga navegación en el descubrimiento de increíbles paisajes!

Más artículos sobre el tema